Con el gobierno en búsqueda de acuerdos para controlar la inflación con gremios y empresarios, esta sigue afectando la vida diaria de los argentinos, quienes sienten en su economía personal la presión del aumento constante y desmesurado de los precios de los alimentos.
Tras conocerse el jueves el Índice de Precios al Consumidor de febrero, mostrando una avance de 3,6% a nivel general y de 3,8% en lo que respecto a alimentos y bebidas, todo indica que marzo se mueve por un carril similar.
El informe de avance de inflación en alimentos y bebidas, que elabora semanalmente la consultora LCG, destaca que en la segunda semana de marzo, que finalizó el viernes, la “suba de precios de los alimentos promedió 0,91%, desacelerándose 0,09 puntos porcentuales respecto a la semana anterior”.
De este modo, el índice acumula una inflación mensual promedio de 3,4% en las últimas cuatro semanas y llega a 3,6%, en la medición punta a punta. Hace dos semanas el promedio mensual estaba en 3,2%, por lo que se observa un avance de la inflación en alimentos y bebidas.
Promedio semanal
Pese a que los precios de los alimentos y bebidas aún siguen “calientes”, el promedio semanal registra la cuarta baja consecutiva.
Los productos de origen animal, tanto carnes como productos lácteos y huevos, tuvieron el mayor incremento en el último mes, con 4,9% y 4% de avance, respectivamente.
“Estos niveles de precios dejan un arrastre de 3% para el resto de marzo”, destaca la consultora.
Hay que recordar que alimentos y bebidas tienen una incidencia relevante en el IPC, por lo que la evolución de los precios en este rubro es clave.
Según el relevamiento, los rubros que más subieron fueron productos lácteos y huevos, con un incremento del 3,1%, seguido por carnes (1,7%), y más atrás, productos de panificación, cereales y pastas, que con 0,9%, se ubicaron en línea con el promedio general.
“Sin tener en cuenta el rubro carnes “el índice hubiera arrojado una inflación de 0,6%”, proyecta LCG.
En contraste, tuvieron aumentos por debajo del promedio Condimentos (0,7%); azúcar, miel, dulces y cacao (0,4%); aceites (0,3%); frutas (0,2%) y comidas listas para llevar (0,1%).
Además, verduras y bebidas e infusiones para consumir en el hogar registraron un retroceso del 0,9% en la segunda semana de marzo respecto de la semana anterior.
El INDEC separa en categorías los distintos productos y, como todos los meses, una de las más observadas es la de “Alimentos y bebidas no alcohólicas”, la cual aumentó un 3,8 % a nivel nacional de enero a febrero, un valor que supera el promedio.
Dentro de esto, hay dos subcategorías que llaman la atención: “Frutas” y “Verduras, tubérculos y legumbres”, las cuales sufrieron en el Gran Buenos Aires (GBA) un aumento del 7,9 % y un 9,6 %, respectivamente. Así, los productos de verdulería se ubican muy por encima del promedio de “Alimentos y bebidas no alcohólicas” para GBA, el cual cerró en un 4 % de crecimiento mensual.
Frutas y verduras, un privilegio para pocos
Los aumentos y la baja de los precios de la verdulería muchas veces se explican por cuestiones estacionales y naturales como las inundaciones o las sequías, sin embargo, el crecimiento de febrero muestra cifras desorbitantes en varios productos básicos en la mesa de los argentinos.
¿Los más golpeados? Los clásicos de verdulería: el tomate redondo, la lechuga y la cebolla. Del lado de la fruta, la naranja fue el producto más afectado, ¿Cuánto aumentaron en promedio en GBA?
• Lechuga por kilo: de $ 128 en enero a $ 147 en febrero, un aumento del 14,9 %.
• Tomate redondo por kilo: de $ 51 en enero a $ 70 en febrero, un aumento del 36,8 %.
• Cebolla por kilo: de $ 61 en enero a $ 71 en febrero, un aumento del 14,7 %.
• Naranja por kilo: de $ 90 en enero a $ 112 en febrero, un aumento del 24, 1 %.
• Limón por kilo: de $ 185 en enero a $ 203 en febrero, un aumento del 9,5 %.
• Batata por kilo: de $ 109 en enero a $ 124 en febrero, un aumento del 12,9 %.
El tomate destaca por su fuerte aumento del 36,8 %, un número que surge de muchas variables a parte de la inflación estándar, en principio, la caída de la producción debido a las fuertes tormentas que hubo a lo largo del país, las cuales generaron menor oferta y, por lo tanto, un crecimiento en los precios.
En contraste, el único producto que mantuvo su precio fue la papa ($ 59 el kg), mientras que la manzana deliciosa bajó de $ 201 el kilo en enero a $ 195 y el zapallo anco pasó de $ 77 en enero a $ 65 en febrero.