Esta semana se renovarán las ilusiones del sector tabacalero, cuando vuelvan a encontrarse industriales y referentes de las entidades de los productores para intentar fijar el precio del tabaco en Misiones.
Aunque nadie puede arriesgar que una de las partes cederá para firmar el acta que ponga fin a los constantes cuartos intermedios.
Cada dilación que se produce en alcanzar un acuerdo, genera mayor incertidumbre en los plantadores del Burley misionero, muchos de ellos apremiados económicamente y necesitados de entregar el producto para conseguir el dinero de su campaña anual.
Mientras tanto y como bien cabe aquello de “a sector revuelto, ganancia de acopiadores”, las redes sociales se llenan de avisos, “compro Burley, pago contado”; o bien “vendo Burley, espero ofertas”.
Sin embargo, la etapa del acopio no se abrió ya que, de hecho, ni siquiera hay precio oficial fijado.
Si bien es una vieja práctica en el ámbito tabacalero, la indefinición del valor del producto disparó notablemente este negocio paralelo con fuerte impacto negativo para la economía no solo provincial sino la nacional.
Se trata de un negocio de unos pocos que en la zona fronteriza se aprovechan de la necesidad de “dinero fresco” por parte de los productores.
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Alimenta el contrabando, perjudica al FET
Hay varios elementos en esta cadena de oferta y demanda paralela al mercado oficial.
Uno de ellos tiene como destino de esas compras de tabaco al vecino mercado brasileño. Bien se sabe en las colonias de la aparición de algunos vecinos que hacen de representantes de esos pequeños capitales del sur de Brasil, aprovechando que su moneda está mejor valuada.
Así, se llevan miles de kilos de tabaco misionero y con ello, generan una grave consecuencia: mucho dinero de FET no llegará a Misiones al comercializarse en un mercado “negro”.
Otros, identificados como comerciantes, prestadores de servicios y hasta docentes que se convierten en acopiadores y de esta manera ingresan al circuito, siendo entonces beneficiados no solamente por la maniobra comercial, sino también otros beneficios, fundamentalmente la obra social.
Otro actor suele ser incluso algún próspero productor que, aprovechando su “billetera”, se hace de unos kilos más y obviamente logra una diferencia mayor en la venta y la distribución del FET; o bien inscribe a un amigo y/o pariente para gozar de la obra social.
Los precios de este mercado paralelo en auge varían: rondan los 130 pesos según la zona y obviamente abunda el ofrecimiento de “canje por mercaderías”.
Triste realidad, meses de trabajo para que -quien no hizo ningún esfuerzo- se vaya con la mayor parte del negocio.
Apurar la decisión
Son escenarios que se repiten y son difíciles de eliminar, causan mucho daño a un sector de los más organizados del ámbito productivo de Misiones.
Quizás sea el momento de encontrar la fórmula de llegar al precio sin tanta demora.
A finales de año se barajó la posibilidad de iniciar el acopio, fijando una banda de discusión entre un piso y un techo. La idea no habría tenido aceptación en las entidades de los productores.
Cabe destacar que en el NOA, el tabaco Virgina que si bien tiene otras características, primero se acopia y mientras tanto se discute su valor.
En nuestra provincia se intentó varias veces, encontrando una negativa rotunda de los productores.