
En la Escuela de Frontera 627 Juan Galo Lavalle ubicada en Paraje Santa Inés, en Garupá, los padres se unieron para reclamar que las mejores edilicias en el establecimiento aún no llegan. Hace años piden que se reacondicionen las aulas y durante este 2021 aún no lograron iniciar con la presencialidad por la falta de conexión de agua potable.
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN una de las madres de la institución, Soledad Marcovich, explicó que “no pudimos iniciar las clases presenciales, tanto como en la primaria como en el nivel inicial, así que continuamos en la virtualidad. La escuela aún tiene falta de agua“.
“Tengo entendido, según lo que me dijo el director, que se hizo el pedido de bomba a la entidad encargada de la conexión, el IMAS. Lo que pasó fue que enviaron una bomba de agua que es muy pequeña, así que se volvió a pedir una que sea más grande y hasta ahora no tenemos novedades”, continuó.
Ubicada en Paraje Santa Inés, “es una escuela que supera los 350 alumnos y el reclamo no es algo nuevo, desde el año antepasado que estamos desde el grupo de padres unidos por la situación de la escuela. Al principio fue principalmente por el jardín de infantes que estaba en pésimas condiciones y ni siquiera había aulas. Los baños eran totalmente insalubres”, añadió.
En este tiempo, “se logró una pequeña reforma pero la escuela sigue casi igual. La puerta principal sigue clausurada porque está cayéndose y la humedad que filtra está arruinando toda la pintura que los padres pagamos con una rifa”, señaló Marcovich.
Al ser una escuela de jornada completa, en la presencialidad los alumnos tenían comedor pero con la pandemia sólo podrían ir a retirar la comida. “Esperamos también que el presupuesto tenga alguna mejora para la alimentación porque la comida era muy mala y chicos no quieren comer. Los alumnos son muy humildes y necesitan alimentarse como corresponde”, aseguró esta madre.
En tanto que otro de los padres, Cristian, compartió que “los baños no están listos, no hay agua y el edificio hace años se cae en pedazos. Para volver a las aulas piden que se cumplan todos los protocolos pero primero deben asegurar las condiciones dentro del establecimiento. Así que hemos decidido autoconvocarnos para solicitar el arreglo de la institución y esperemos que las autoridades escuchen todos los reclamos”.
Asimismo, remarcó que “hablamos de una escuela que es de jornada completa, porque los chicos entran a las 8 de la mañana y terminan casi a las 16 horas. Cuando había presencialidad, había pésimas condiciones y los chicos tenían que llevar sus botellas de agua para aguantar todo el día”.
Este padre lamentó que en la Escuela 627 “tuvieron todo el año pasado para reparar todas las falencias y otra vez tenemos la misma situación. Así que ahora tendrán clases virtuales cuando en otros colegios volvieron a las aulas. Además, estamos en una zona alejada donde no todos tienen Wifi y resulta difícil que los chicos aprendan a través de un celular”.