Los estudios, el trabajo, el amor, el aspecto físico, la familia, más trabajo…Y nos olvidamos de nosotras mismas y de nuestra felicidad. Si quieres ser feliz, hay algunas cosas de las que tienes que darte cuenta.
Ser feliz es darte cuenta que estás viviendo
Parece algo básico, ¿verdad? Pero a veces vamos por la vida como si no fuera lo más importante y lo más maravilloso que nos ha pasado. Y nos está pasando, en este preciso momento.
Ser feliz es darte cuenta de cada una de tus sonrisas
Cuando sonríes de verdad, cuando saludas a alguien que te cae bien, cuando alguien te dice algo agradable, cuando ves en la calle algo que te inspira. ¿Qué cosas te hacen sonreír?
Ser feliz es darte cuenta que te gustas a ti misma
La felicidad se aleja con cada bajón de autoestima, cada vez que te castigas por tus errores o cada vez que dices “no puedo”. Una vez que te conoces a ti misma, te aceptas y además te gustas, una vez que has conseguido amarte a ti misma, te das cuenta de que eres feliz.
Ser feliz es darte cuenta que las emociones negativas también forman parte de la vida
A estas alturas sabrás que no se puede ser feliz las 24 horas del día, los 365 días del año. La tristeza, los problemas y los malos momentos también forman parte de una vida feliz. Y podrás ser feliz el día que te des cuenta de que las emociones negativas se pasan. Ellas, como la alegría, tampoco pueden estar siempre contigo.
Ser feliz es darte cuenta que te lo mereces
El mayor obstáculo para la felicidad es una misma. Si no te permites ser feliz, si crees que no te lo mereces, poco importa lo bien que te vaya la vida porque no lo conseguirás. Todos nos merecemos la felicidad y todos deberíamos tenerla en el primer puesto de la lista de prioridades.