Aunque el despliegue mundial de las vacunas contra el COVID-19 sigue acelerándose, sólo alrededor del 1% de la población mundial ha recibido el ciclo completo de inyecciones. Todavía hay miles de millones de personas esperando su primera dosis, lo que hace que inevitablemente se pregunten cuándo la van a recibir exactamente.
Además, hay que tener en cuenta que a nivel internacional se están haciendo planes para que las personas que se han vacunado, o que pueden demostrar que han dado negativo en una prueba reciente, tengan la libertad de viajar a otros países, asistir a eventos a gran escala, aceptar un nuevo trabajo, etc.
En enero de este año, los investigadores de Check Point Research, informaban por primera vez de la detección de cientos de anuncios en la Darknet que promovían la venta de la vacuna por tan sólo 500 dólares. En la actualidad, el número de anuncios se ha triplicado hasta alcanzar los 1.200.
Degún los investigadores, la actividad en la Darknet se ha ampliado hasta ofrecer tarjetas de vacunación falsas de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) por 200 dólares cada una.
Asimismo, la red oscura también está ofreciendo la posibilidad de comprar pruebas COVID-19 negativas falsas con ofertas de “compre dos y llévese la tercera gratis”, así como una versión de una prueba COVID-19 negativa que puede generarse en menos de 30 minutos por tan solo 25 dólares.
Con el objetivo de preparar a la sociedad para la reanudación del turismo, la rutina de los vuelos y el cruce de fronteras, la Unión Europea está proponiendo un certificado de vacunación que se utilizará como ” apertura de puertas” por excelencia en todos los países, sugiriendo que los ciudadanos de la UE puedan utilizar un “certificado verde digital” para demostrar que han sido vacunados contra el virus, que han dado negativo en la prueba Covid-19 o que se han recuperado tras contraer el coronavirus.
En otras palabras, el certificado de vacunación se convertirá, en un futuro próximo, en el pasaporte, acordado bilateralmente entre los países, que dará a sus titulares un billete de entrada y les permitirá participar en numerosas actividades (por ejemplo, espectáculos en vivo, actividades culturales y entrada a espacios públicos).
En este sentido, los ciberdelincuentes se han dado cuenta rápidamente del enorme potencial del mercado de la falsificación de estos documentos, y se han apresurado a aprovechar la oportunidad de obtener beneficios. En un anuncio de la Darknet, un cibercriminal, supuestamente del Reino Unido, ofrece una tarjeta de vacunación por 150 dólares, aceptando criptomonedas como método de pago:
Check Point Research ha detectado también diferentes webs que ofrecen la posibilidad de documentos de prueba COVID negativa de aspecto auténtico, que se crean rápidamente de acuerdo con los datos introducidos por los usuarios por sólo 25 dólares. Los resultados se consiguen en 30 minutos y se envían con total discreción a la bandeja de entrada del correo electrónico de los usuarios.
Venta de vacunas
Una serie de vacunas falsificadas contra el coronavirus se están ofreciendo en la red oscura por tan solo 500 dólares la dosis. Desde enero de 2021, el número de anuncios ha superado los 1.200, lo que supone un aumento del 300%.
Las vacunas anunciadas incluyen:
• Oxford – AstraZeneca: 500 dólares
• Johnson & Johnson: 600 dólares
• La vacuna rusa Sputnik: 600 dólares
• La vacuna china Sinopharm: 500 dólares
“Es imperativo entender que intentar obtener una vacuna, una tarjeta de vacunación o un COVID-19 negativo por medios no oficiales es extremadamente arriesgado, ya que los ciberdelincuentes están más interesados en su información e identidad. Las personas que no están vacunadas y que utilizan documentos o pruebas de COVID falsas cuando tienen coronavirus, están perjudicando la lucha contra la enfermedad. También es muy importante no compartir las tarjetas de vacunación o las pruebas negativas de COVID-19 en las redes sociales, ya que lo que se comparte puede llegar a la Darknet de alguna manera”, señaló Oded Vanunu, jefe de investigación de vulnerabilidades de producto en Check Point.