El último informe de coyuntura de la Fundación Mediterránea, titulado “Poder Adquisitivo de los Ingresos de las Familias en el NEA”, revela que entre 2014 y 2020, las familias del Nordeste argentino vieron reducido en un 35% su poder adquisitivo.
Según dicha investigación, “durante el año 2020 la crisis sanitaria y de las restricciones destinadas a contenerla claramente resintieron la actividad económica y, consecuentemente, también la generación de empleo y los salarios”.
Primeramente, se analizó la evolución en términos reales del salario mínimo vital y móvil, que suele ser referencia para aquellos trabajos no registrados. Esta variable registró una pérdida en su poder adquisitivo del 35% desde enero 2014 a diciembre 2020 (en el último año la pérdida del poder adquisitivo fue del 8%).
Por otra parte, al analizar el promedio de los salarios privados registrados de las provincias que componen el NEA (Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones) y del total país se observa que en todas las jurisdicciones analizadas hubo una caída del poder adquisitivo de 2014 a 2020 aunque en el último año se registró cierta recuperación de la mano de la disminución de la inflación especialmente registrada durante la primer mitad del año 2020 (entre otras cosas como consecuencia del aislamiento preventivo y obligatorio en el marco de la pandemia).
Estás pérdidas de poder adquisitivo que sufrieron los asalariados privados registrados tanto del NEA como del total país obedece entre otras cosas a una dinámica de inflación (entiéndase crisis cambiaria) y a una dinámica de salarios (entiéndase cuarentena obligatoria y actualmente distanciamiento social fruto del COVID-19).
Por último, dentro de los ingresos de las familias principalmente aquellas con hijos y con Jefes de hogar desocupados o que tiene un trabajo no registrado, resulta interesante ver la evolución en términos constantes de la Asignación Universal por Hijo (AUH), el cual perdió un 11% de su poder adquisitivo al cierre del 2020“.