
Pese a la ordenanza vigente desde 2015, que define obligatorio usar correa y bozal al momento de sacar a pasear a las mascotas consideradas peligrosas en la vía pública, no hay controles taxativos y crece la preocupación ante posibles ataques de animales peligrosos en paseos públicos.
En ese sentido, con estadísticas y datos que sustentan la necesidad de aplicar medidas que protejan a la población, ayer también tomó estado parlamentario en el Concejo Deliberante capitalino, el proyecto a través del cual se propone crear el “Registro de Perros Potencialmente Peligrosos”.
Consultada al respecto, la titular del IMuSA, Rosana Gasek, quien asumió en el cargo hace menos de un mes, aseguró a PRIMERA EDICIÓN que está trabajando en “la constitución de los equipos para profundizar controles al respecto”.
La Ordenanza X- N° 11 en vigencia habla sobre el cuidado responsable de los animales. En su capítulo 2 remarca que los cuidadores tienen la responsabilidad y obligación de circular con sus mascotas en la vía pública con correa y bozal a fin de evitar posibles enfrentamientos con otros animales, o ataques a personas”, remarcó.

Algo que, en los hechos, la funcionaria municipal reconoció que es “complejo de controlar” pero que -sin embargo- anticipó que está “organizando a mi equipo para poner en marcha controles para asegurar su cumplimiento”.
Las protectoras de animales también evidenciaron su preocupación por el tema, que es de vieja data y cuya problemática se acrecienta de la mano de adopción de perros potencialmente agresivos.
“En la actualidad es mucho más común ver que las personas adquieren como mascotas a Pitbull, Bull Terrier, Dogos, Rottweiler. Así como antes estaba de moda comprar caniches, hoy lo están estas razas y no se toman precauciones”, advirtió el licenciado Lucas “Chocho” Gómez, voluntario de “Tu mascota es familia”.
Su organización sumó una iniciativa para reflexionar sobre tenencia responsable y protección tanto de animales como de personas. A los fines de sentar bases en la educación y la concientización, desde el equipo se elaboró un proyecto para la creación de espacios públicos de esparcimiento adaptados para mascotas. En Posadas, con alrededor 400 mil habitantes, la mayoría de las familias cuentan con mascotas.
“El objetivo es que los controles sean restringidos a esos espacios ya que no se puede poner un funcionario en cada barrio o plaza para controlar cómo los sacan a pasear”, reflexionó Gómez.
“Con la designación de lugares exclusivos por zonas de la ciudad quizá se podría avanzarse relativamente en un mayor control respecto a esa cuestión, que en la actualidad es casi nulo”, enfatizó Gómez.
El voluntario cuestionó que exista una norma en vigencia que apunta a la tenencia responsable de animales potencialmente peligrosos, “que lo son por una serie de características físicas y psicológicas, de temperamento, que requieren que estemos atentos con medidas eficaces de prevención”, pidió.