
Ayer se dio inicio al paro nacional convocado por la Federación de Asociaciones de trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) para todos los trabajadores del sector asistencial privado del país en reclamo de mejora salarial.
De esta manera, los trabajadores de Clínicas, Sanatorios, Hospitales, Institutos de Diagnóstico, Laboratorios de Análisis Clínicos, Servicios de Emergencias, Institutos Psiquiátricos e Institutos Geriátricos privados del país, se unieron al paro de actividades de tres horas por turno y con guardias mínimas para urgencias.
Cabe destacar que el plan de lucha comenzó el jueves pasado con asambleas informativas en todos los establecimientos y las medidas de fuerza continuarían la semana próxima si no tienen respuestas.
La adherencia en Misiones
En nuestra provincia, el gremio que convocó a la adherencia al paro fue la Asociación de la Sanidad Argentina en Misiones (ATSA). En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la secretaria general de este gremio, Irma Raczkowski aseguró que “hubo un acatamiento muy importante, principalmente en el turno de la mañana”, aunque no brindó cifras de la adhesión de la convocatoria a nivel local.
“La gente está entusiasmada para seguir luchando por su sueldo. El personal de la Comisión directiva y delegados nos han informado que muchísimos trabajadores de la salud del sector privado se unieron al plan de lucha, aunque manteniendo las guardias para las urgencias”, subrayó.
Sin embargo, según las clínicas y sanatorios consultadas por este Diario, la medida de fuerza impactó en algunas cirugías pero, a modo general, no repercutió en la atención a pacientes.
Por ello, el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Zona Sur, Dr. Favio Mestas Núñez la definió como “una alerta amarilla” ya que según contó a FM 89.3 Santa María de las Misiones “se afectó a las prestaciones pero no gravemente. A modo de ejemplo, la clínica donde trabajo, las actividades programadas de quirófano que iban a ser a las seis de la mañana, empezaron a las nueve, con lo cual sólo se perdió parte del trabajo”.
Lo mismo ocurrió en establecimientos privados de otras provincias, donde el sector patronal aseguró que, si bien se suspendieron algunas cirugías, no fue un cese de actividades total.
“No estamos en condiciones de dar un aumento salarial”
En cuanto al motivo por el cual se llegó a esta instancia de lucha, el asesor legal de sanidad, Ariel Tryndak dijo a este Diario que “las últimas paritarias que hubo fueron en junio del 2019 y quedó pendiente el aumento del 2020 que no se llegó a cerrar”. En este sentido, reiteró que “el reclamo es la recomposición salarial del 2020 y no del 2021 que estimo que esa reunión será dentro de 90 días aproximadamente”.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Zona Sur, Dr. Favio Mestas Núñez aseguró a FM 89.3 Santa María de las Misiones que “el año pasado hubo una recomposición salarial del 30%, lo que se discute es la paritaria de este año”.
Sin embargo señaló que “habría que terminar de cerrar la del año pasado pero el aumento estuvo. Incluso a partir de enero de este año se empezó a incluir en el básico los aumentos que habían sido no remunerativos y que implican un mayor aporte patronal y mayor carga impositiva. Eso se cumplió hasta ahora pero estamos al límite”.
Por lo tanto, aunque Núñez manifestó que “entendemos y apoyamos el reclamo de los trabajadores de la salud porque nuestros médicos, enfermeros, técnicos y administrativos no están bien remunerados”, aseguró que “hoy no podemos cumplir con un incremento salarial, no en las condiciones que están dadas”.
Según explicó, “las clínicas como dadores de empleo no están en condiciones de soportar hoy un incremento, que bien merecido tienen todos los trabajadores de la salud”.
Al respecto, dijo que “en las primeras reuniones paritarias no hubo acuerdo y por eso los trabajadores de la salud hacen estas medidas de fuerza, pero todos los que formamos parte de la dirigencia de sanatorios y clínicas, expresamos que no estamos en condiciones de dar un aumento salarial”.
Las clínicas y sanatorios privados viven una situación crítica
A lo largo de los últimos cinco años, el sector de asistencia privado sufrió una serie de perjuicios debido a que la recomposición de los aranceles no acompañó el ritmo de la inflación.
Como consecuencia, “los precios de nuestras prácticas tienen un desfajase de más del 110% si lo comparamos con el índice de precios de consumidor”, aseguró Núñez a PRIMERA EDICIÓN.
A esta compleja situación, se le sumaron los agravantes de la pandemia: “tenemos mucho personal de riesgo que no trabaja y sigue cobrando el sueldo, la atención disminuyó porque la gente dejó de ir a las clínicas a menos que sea estrictamente necesario y los costos operativos aumentaron porque para proteger al equipo de salud y al paciente tenemos que usar elementos de bioseguridad que son caros y encima descartables”, mencionó.
Y aunque resaltó las medidas que se tomaron a nivel provincial y nacional con asistencias financieras a las clínicas al inicio de la pandemia, sostuvo que “solo parcharon una pequeña parte de la problemática”.
Asimismo, habló de la situación con el PAMI que “el año pasado no hizo ningún tipo de incremento de aranceles de precios de las prestaciones y pactó un aumento escalonado para este año de menos del 30%”.
Esto significa que “nos están haciendo una recomposición menor sobre los precios del 2019”. Igualmente, aclaró que la obra social provincial “sí viene haciendo incrementos, es más ahora hubo un incremento del 20%, pero siempre por debajo de lo debido”.