La comunidad internacional empezó a movilizarse para auxiliar al gobierno de Mozambique, luego de que el grupo yihadista Estado Islámico (EI) se hiciera con el control de la ciudad de Palma, tras un violento ataque que dejó muertos y decenas de desaparecidos.
Portugal va a enviar militares a Mozambique tras el ataque reivindicado por el Estado Islámico (EI). “Un equipo de unos 60 militares portugueses se está preparando (…) y será enviado en las próximas semanas a Mozambique”, dijo ministro de Relaciones Exteriores, Augusto Santos Silva anoche a la televisión pública portuguesa RTP.
“Apoyará al ejército mozambiqueño en la formación de las fuerzas especiales”, dijo.
El Estado Islámico (EI) afirmó que controla la ciudad y se atribuyó el ataque que tuvo lugar a solo diez kilómetros de un megaproyecto de extracción de gas liderado por el grupo francés Total. El grupo yihadista afirmó que decenas de militares murieron y también “cristianos”, entre ellos extranjeros.
Estados Unidos “condenó” el ataque y está “decidido” a cooperar con el Gobierno para luchar contra los yihadistas, dijo un vocero del Pentágono este lunes. Los ataques yihadistas “dan testimonio de una falta total de respeto por el bienestar y la seguridad de la población local, que sufre terriblemente por las tácticas brutales e indiscriminadas de los terroristas”, dijo el vocero, John Kirby.
En tanto, la ONU, ofreció su “apoyo al gobierno de Mozambique en los esfuerzos para proteger a los civiles, restablecer la estabilidad y llevar ante la justicia a los autores de estos actos odiosos”.
“Condenamos enérgicamente los ataques”, dijo el vocero de la ONU, Stephane Dujarric. “Estamos muy preocupados con la situación todavía en desarrollo en Palma, donde comenzaron ataques armados el 24 de marzo, matando supuestamente a decenas de personas”, añadió.
El gobierno de Mozambique dijo el domingo que había habido decenas de fallecidos en Palma.
En un comunicado transmitido a través de uno de sus sitios de propaganda en la red Telegram, los yihadistas afirman haber atacado “cuarteles militares y la sede del gobierno (local)”, asegurando que ha tomado “el control de la ciudad”, así como provocado “la muerte de decenas de soldados mozambiqueños y cristianos, algunos ciudadanos de otros Estados”.
Palma parecía hoy una ciudad fantasma, en tanto miles de civiles intentaban huir por cualquier medio. EI afirma dominar la ciudad y reivindica el ataque ocurrido a sólo una decena de kilómetro de un megaproyecto de gas del grupo francés Total.
Entre 6.000 y 10.000 personas están ahora refugiadas en el interior del recinto ultraprotegido o intentando acceder, según una fuente comprometida en operaciones de evacuación.
Un transbordador, el Sea Star 1, partió el sábado con unos 1.400 trabajadores y residentes de Palma en dirección a Pemba, la capital de la provincia de Cabo Delgado, que lleva más de un año acogiendo oleadas de desplazados que huyen de la violencia yihadista. Y siguen llegando a Pemba muchas piraguas y barcos de vela tradicionales, cargados de civiles, según la fuente que participa en las operaciones de evacuación.
La policía y el ejército estaban el domingo en la principal playa de Paquitequete, impidiendo el acceso a los medios de comunicación, indicó un fotógrafo de la AFP.
Decenas de desaparecidos
Los grupos armados, que llevan más de tres años aterrorizando esta región fronteriza con Tanzania, intensificaron sus ataques en el último tiempo. Desde agosto de 2020 controlan el estratégico puerto de Mocimboa da Praia, crucial para la llegada de materiales necesarios para las instalaciones de gas. Pese a varios intentos, los militares mozambiqueños nunca lograron retomarlo.
El ataque a gran escala del miércoles en Palma se saldó con decenas de muertos entre la población civil, confirmó el Ministerio de Defensa de Mozambique. Y “más de 100 personas siguen desaparecidas”, dijo el investigador Martin Ewi, del Instituto de Estudios de Seguridad de Pretoria.
Una decena de camiones cargados de civiles que huían de un hotel de Palma donde se habían refugiado están desaparecidos desde el viernes.
“Probablemente varias personas murieron tratando de escapar del hotel Amarula, cuando su convoy fue atacado”, dijo Dewa Mavhinga, director regional de Human Rights Watch.
Fuente: Medios Digitales