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El viernes por la tarde desde el Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS) habían lanzado un comunicado a través del cual se exponía la problemática: “Debido a la bajante abrupta del río Iguazú se comenzaron las maniobras de la puesta en marcha de la carga al cárcamo desde la balsa instalada frente al mismo. Lo que producirá una merma en la producción hasta que el cárcamo alcance el nivel de activación total de los equipos de bombeos de agua cruda a la planta”, deslizaba el comunicado.
Las fuentes consultadas expusieron a PRIMERA EDICIÓN cómo sigue el panorama en la ciudad. “Seguimos con el servicio muy reducido, anoche (por el viernes) el río volvió a tener una bajante pero estrepitosa”.
La baja en los niveles del río estaría asociada a “maniobras que realizan las represas río arriba” y que afectaron los caudales.
Señalaron que “el arroyo Mbocay también tuvo una bajante drástica, pero está soportando el bombeo. Además, hay un equipo desde el (río) Iguazú bombeando a planta, pero es mínimo y no alcanza”.
Las fuentes expusieron que “apenas se puede mantener la línea céntrica con agua y se trata de mantener cierta presión en los barrios. Los que más sentirán la falta de agua serán los que estén más alejados porque hasta que nos repongamos y se pueda elevar la presión para llegar a esos lugares tomará un tiempo”.
Hasta ahora el trabajo consiste “en mantener el bombeo mínimo a planta para que no se vacíen las cisternas”, detallaron.
Se estima que los caudales podrían comenzar a recuperarse en la tarde noche de este domingo, pero no hay información oficial al respecto. Por esta razón, desde el IMAS recomendaron a través del comunicado “el cuidado y el uso racionalizado del agua ya que se desconoce el tiempo en el que el río se mantendrá en estos niveles”.
Malestar de los vecinos
Por su parte, los usuarios de servicio de agua potable de Puerto Iguazú se mostraron molestos por la situación que deben vivir. Uno de ellos relató a este Diario que “hace cuatro días más o menos bajó el río Iguazú, eso es lo que dicen, y que genera la falta de agua. Pero, el río baja continuamente”.
Expuso que “la ciudad está llenísima de personas y es impresionante la cantidad de turistas que hay, sobre todo por la noche que salen a recorrer, y no hay agua”.
El vecino aseguró que “en los barrios céntricos no hay servicio de agua potable. En los más alejados, lamentablemente, es casi habitual esta situación, pero no en el centro”.
El hombre contó que “tengo un bebé y estamos sin una gota de agua. Es muy terrible esta situación para todos, para los que vivimos en la ciudad, los turistas, los emprendimientos gastronómicos; sobre todo en este contexto de pandemia que hay que higienizarse las manos todo el tiempo”.
Consideró que “esto es una falta de previsión porque si se sabe que el río está bajando y, además hay páginas web que indican cuál será el comportamiento del río en este tiempo, con esto se puede ir previendo y ver cuáles son los sistemas de emergencia que se deben llevar adelante”.
Nuevas obras en la planta
Con dicha obra se busca garantizar la provisión de líquido vital a toda la ciudad. Durante el verano muchos padecen de la falta de agua durante la temporada.
En cuanto al proyecto se sabe que tiene un presupuesto de un poco más de $190 millones y medio y será financiado por el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA).
Se había explicado que “son dos obras grandes del IMAS, se arranca con Mbocay. Una vez que esté autorizado y estén los fondos de la Nación se seguiría con la toma principal sobre el río Iguazú”.