
En busca del equilibrio ambiental y como medida para frenar la contaminación se han plantado 1.700 ejemplares de especies nativas en Posadas.
El objetivo es claro, “se busca completar las infraestructuras verdes y potenciar los servicios ambientales de nuestra ciudad”, indicó Anahí Fleck, directora de Restauración Ambiental de la Municipalidad de Posadas.
Del año pasado a la fecha, se distribuyeron árboles nativos y frutales en distintos puntos de la capital provincial, principalmente en el Parque de Restauración Ambiental y en los barrios Autódromo, Giovinazzo, San Gerardo, Las Vertientes, Altos del Sur, Itaembé Guazú, 508 Viviendas, Cocomarola Este y Oeste y Villa Lanús.
Con respecto a las especies más requeridas por los vecinos, Fleck precisó que son los árboles frutales, comestibles y medicinales ya que “estos vecinos al realizar mini viveros familiares pueden diversificar su economía”.
Para impulsar estos emprendimientos, desde Restauración Ambiental “se realizan jornadas de concientización y talleres para que los vecinos conozcan el cuidado y el esfuerzo”.
Lo nativo y comestible
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, la especialista Fleck señaló que “cuando hacemos una intervención para restaurar el área a nivel ambiental se plantan especies nativas de la provincia: camboata, caña fístula, pitanga, cerella, jabuticaba, lapacho negro y amarillo, timbó, coco”.
Pero, además existe otro grupo de especies: las exóticas, las frutales, comestibles y medicinales que son las más solicitadas en los barrios. “Cuando nos invitan a participar en alguna intervención, ya sea arborización de plazas, parques, veredas o incluso un patio o jardín, están permitidas estás especies de acuerdo a los lineamientos establecidos por el plan forestal urbano de la ciudad de Posadas, que es una ordenanza”.
Ante la demanda, en estos meses se han destinado a los distintos barrios plantas de mango, banana, mora, palta y níspero, “estas son las más pedidas por los vecinos. Sin olvidar los cítricos como el limón, la naranja y el árbol de mandarina”, dijo la directora.
Por otro lado, Fleck destacó que entre los ejemplares considerados medicinales y comestibles se plantaron los árboles de: “eucalipto medicinal que tiene las hojas redondas, el laurel comestible para las comidas, cedrón y menta que son aromáticas y ahuyentan los mosquitos e insectos en las huertas”.
En cuanto al control y renovación del arbolado público, la especialista indicó que se realiza por medio del monitoreo: “Consiste en registrar su supervivencia en conjunto con los vecinos, para eso ellos firman un acta acuerdo de compromiso ambiental previa capacitación y así se logra avanzar en cuidados. Son los vecinos los que comunican si el árbol requiere sustitución o se encuentra bien”.
Para que sea efectivo el monitoreo, el vecino y los funcionarios se mantienen en contacto “principalmente por las redes sociales, se invita a los vecinos a seguir las redes de Restauración Ambiental en Facebook y se comparte información constantemente de los cursos y de las campañas de concientización”.
Para Fleck, quien es licenciada en Genética y magíster en Gestión Ambiental es importante destacar “la relación ciudadano con la ciudad, ser humano y naturaleza, son los elementos que deben restablecerse; la naturaleza presente en las ciudades hacen a la calidad de vida de todos los ciudadanos”.
Cien árboles de la Quaranta a Itaembé Guazú

La Municipalidad de Posadas y la Dirección Provincial de Vialidad comenzaron tareas de rescate y reimplantación de los cien árboles de la avenida Quaranta, donde se ejecutan las obras de la Travesía Urbana, que incluyen el ensanchamiento de la calzada y los movimientos de canteros laterales.
El objetivo es extraer los árboles de crespones de la mencionada arteria y replantarlos en el barrio 508 Viviendas de Itaembé Guazú. “Esta especie cuyas características fenológicas y fisioecológicas la vuelven óptima para constituir el arbolado urbano de dicho barrio”, señaló Fleck.
Desde el año pasado la Municipalidad de Posadas trabaja junto a los vecinos del barrio 508 Viviendas, donde mediante capacitaciones, constitución de mini viveros familiares y arborizaciones se ha logrado un vínculo social-ambiental que posibilita elucidar pasos certeros en cuanto a la reimplantación de los árboles mencionados.