
El sábado pasado, la comunidad venezolana celebró la Pascua y además festejaron el primer encuentro desde que empezó la pandemia. “Fue un momento de contención y de fortalecimiento de nuestra identidad cultural. En Venezuela la Semana Santa son días festivos, de encuentros familiares y de compartir alimentos a base de pescado”, contó José León Toro Mejías, coordinador general y fundador de fundación “Arepa Viva”.
Según Toro Mejías, la comunidad no se reúne desde diciembre de 2019 “por lo que fue un lindo momento para expresar nuestro acompañamiento”.
Al encuentro asistieron 35 personas y en esta oportunidad “nos acompañaron familias de la comunidad colombiana quienes al igual que los venezolanos expresaron haberse sentido en casa oyendo música del Caribe y de la interactuación con sus pares”.
A su vez recordaron a los familiares y amigos que permanecen en Venezuela “atravesando y sufriendo la enfermedad del COVID-19, sin posibilidad de tener respuestas médicas oportunas y efectivas”, indicó Toro Mejías.
La reunión se realizó en la Congregación San Pedro de la Iglesia Luterana y fue organizada por las damas de la organización Arepa Viva: Doraly García y Yasmín García. Además “tuvimos la suerte de contar con la cantante de música caribeña, Beljulie Flores y el cantante misioneros Osvaldo Frías. Ellos dieron un concierto que nos trajo alegría y motivación a todos”.
La tarde finalizó con concursos, rifas y juegos para los niños. “Una niña de 11 años, Nazaret Espejo, nos sorprendió con una emotiva canción escrita por ella: Añorada Venezuela”, relató Toro Mejías.
Nostalgia
“Todos extrañamos a los familiares que continúan en Venezuela y sabemos que mientras nosotros podemos poner algo en la mesa ellos tienen dificultad”, expresó Toro Mejías.
La tecnología permite mantener el contacto “porque podemos hacernos una llamada y escuchar que del otro lado: ‘todo está bien’, al igual que ellos de nosotros. Sin embargo es casi un ritual decir; ‘estoy bien’. La verdad es que cada tiempo de celebración nos embarga muchísima tristeza”.
Para Toro Mejías está es su cuarta Pascua en Argentina y recordó las fiestas en su casa materna donde “mi madre preparaba todo antes de Semana Santa y desde el miércoles hasta el domingo no se hacía nada. Mis hermanos se sentaban en la mesa y el corredor de la casa lo convertimos en comedor, en una casa grande de campo. Aunque ahora no tienen señal por lo que no pude mandarles un saludo”.