El uso del barbijo en Misiones se convirtió en obligatorio para todos los ciudadanos a partir del 8 de abril de 2020, después de que a última hora del día anterior saliera publicado en un suplemento del Boletín Oficial de la Provincia el Decreto 450 firmado por el gobernador Oscar Herrera Ahuad y los ministros de Salud Pública, Oscar Alarcón, Gobierno, Marcelo Pérez, Acción Cooperativa, Karina Aguirre, y el coordinador de Gabinete, Víctor Kreimer.
El Gobierno provincial, que días antes lo había hecho obligatorio para profesionales, fuerzas de seguridad y atención al público, decidió extender la exigencia a toda persona que salga a la calle, para quienes hasta entonces regía sólo una “recomendación”.
Esta obligatoriedad del uso de protección bocal y nasal era para la vía pública en general y también en espacios cerrados “donde concurra el público en general como bancos, entidades financieras, supermercados, almacenes, estaciones de servicios, locales comerciales en general y transporte público de pasajeros”, entre otros.
“La decisión sobre el uso obligatorio del barbijo está basada en evidencias, pues está demostrado que su uso permite reducir la circulación viral, como dan cuenta numerosas experiencias en el mundo. De hecho, en países donde tuvieron brotes muy intensos como China, lograron disminuir la circulación viral y por ende la cantidad de personas contagiadas con el coronavirus a partir del uso masivo de barbijos. Lo mismo ocurrió en Australia, República Checa, Corea y ahora Estados Unidos recomendó su uso masivo. Por su parte, incluso la OMS que antes lo desaconsejaba para la población y sólo lo recomendaba para los pacientes enfermos y los trabajadores de la salud que están bajo su cuidado, ahora no desestiman esta recomendación”, argumentaron en su momento las autoridades misioneras.
También aclararon que no era obligatorio el uso de barbijos profesionales, sino del llamado “barbijo social”, es decir, que cada uno los podía confeccionar artesanalmente.
El debut de la norma
Ese miércoles, cuando entró en vigencia el decreto provincial, el acatamiento fue “impresionante”, en palabras del ministro de Salud, Oscar Alarcón. “El uso de la mascarilla, el lavado de manos y el respeto de la distancia no era tomado muy en serio por muchos, pero pareciera que arrancamos una etapa diferente en la provincia“, se congratuló.
PRIMERA EDICIÓN también pudo comprobar esa adhesión inicial en una recorrida por algunos puntos de Posadas.
En general no hubo un rechazo al uso del barbijo, salvo algunos sectores, como los más jóvenes, que lo consideraban “poco práctico” y que no servía de nada, al tener que cambiarlo constantemente.
Multas
Por supuesto con el tiempo, y como ocurrió con el resto de las medidas de seguridad biosanitaria, la relajación de costumbres fue ganando la calle y el no uso -pero sobre todo el mal uso- de las mascarillas se empezó a ver cada vez con más frecuencia.
Esta situación y el incipiente avance del coronavirus en la provincia determinaron que a fines de junio pasado, la Cámara de Diputados aprobara de urgencia una ley que respalda el decreto gubernamental, haciendo obligatorio el uso de tapabocas y estableciendo multas y castigos a los incumplidores. Los montos quedaron establecidos semanas después en la reglamentación de la norma.