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El juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, elevó a juicio oral y público al Tribunal Penal 1 de Posadas, el expediente por la muerte de Arnaldo Alejandro “Nano” Amarilla, de 33 años, ultimado por disparos de balines de plomo en un procedimiento policial realizado frente a su vivienda del complejo habitacional A3-2 durante la madrugada del 1 de julio de 2018.
Tras la opinión corrida por el fiscal de Instrucción 6, René Germán Casals, el magistrado acusó formalmente al sargento Emanuel Esteban Soley (36) como autor penalmente responsable del delito de “homicidio calificado” (artículo 80, inciso 9 del Código Penal Argentino) y por “abuso de función” (artículo 41 bis).
En cuanto al oficial a cargo de la patrulla de guardia, David Salomón Villalba (33) fue imputado de “homicidio calificado”, “abuso de función” y “falsedad ideológica”.
En el caso del suboficial Soley continuará detenido, mientras que Villalba aguardará en libertad que continúe el proceso rumbo al debate, pese al agravante de “omisión impropia” que solicitó el fiscal Casals, oportunamente y que el juez aceptó imputar.
Casals solicitó en octubre de 2020 la prisión preventiva para el oficial subayudante Villalba que acompañaba al citado sargento en el procedimiento en el que murió baleado Amarilla. Lo consideró como “el responsable del accionar del dúo policial por ser el de mayor jerarquía”.
Tal como adelantó PRIMERA EDICIÓN, Casals pidió al juez Balor que se lo acuse al oficial por “homicidio calificado” por el uso de arma de fuego y su condición de funcionario público (artículo 80 del Código Penal Argentino), delito que prevé prisión perpetua como condena. Además, le sumó a su imputación como “partícipe necesario” del delito de homicidio calificado la figura de “omisión impropia”. El fiscal consideró que la potestad y deber del oficial fue la de frenar el supuesto abuso cometido en el operativo por su subordinado.
El delito que se investiga fue perpetrado en una vivienda de la manzana 18 del barrio A3-2, zona Sur de Posadas. En este lugar los efectivos de la seccional Décima de la Unidad Regional X fueron requeridos en al menos dos oportunidades en razón de una reyerta entre vecinos que involucraba, presuntamente, a quien resultó víctima fatal.
Los policías arribaron tras la segunda llamada de los denunciantes y fue el sargento quien habría descendido del patrullero y abrió fuego contra Amarilla con una escopeta cuyos cartuchos contenía municiones de plomo y no postas de goma o plástico que habitualmente se utilizan para repeler situaciones hostiles. Según fuentes consultadas en su momento, el sargento habría jalado el gatillo del arma larga sin contar con ninguna orden para hacerlo.
Amarilla, que ya había purgado una condena por un homicidio cometido en septiembre de 2003, fue hallado sin vida por un hermano varias horas después, alrededor de las 5, en el interior de su vivienda. Uno de los balines que le impactó en la espalda le lesionó la aorta. El ataque se habría iniciado en la vereda, y Amarilla corrió y se arrastró hasta caer frente al baño del inmueble.