SAN MIGUEL DE TUCUMÁN (NA y Medios digitales). La Sala II de la Cámara Penal tucumana absolvió anoche a los trece acusados en la causa por la desaparición de Marita Verón, secuestrada hace más de diez años por una red de trata de personas.Tras cuatro horas de demora en la lectura del fallo, por supuestas deliberaciones de los magistrados Alberto Piedrabuena, Emilio Herrera Molina y Eduardo Romero Lascano, el tribunal declaró la absolución de todos los sospechosos.El fallo de los jueces, que se ahorraron los fundamentos de la sentencia, generó un profundo malestar entre familiares, miembros de organizaciones de derechos humanos y víctimas de la trata de personas, que insultaron a los integrantes del tribunal apenas concluyó la lectura de la sentencia.Abogados que trabajaron junto con la madre de Verón, Susana Trimarco, calificaron como “un acto de corrupción” al veredicto de los magistrados, que se expidieron al cabo de un proceso judicial que se prolongó durante casi once meses y a más de una década de la desaparición de Marita.Esta causa era vista como un caso emblemático: tanto el fiscal Carlos Sale como la querella solicitaron una pena de hasta 25 años de prisión para los principales sospechosos, liderados por Víctor Rivero, María Jesús Rivero, Irma Lidia Medina, Gonzalo y José “Chenga” Gómez.De acuerdo con la acusación formulada por el fiscal Sale, la joven fue secuestrada por una red de trata de personas en Santiago del Estero y Thames, de la capital tucumana, el 3 de abril de 2002, cuando apenas tenía 23 años en ese momento y cuyo paradero y condición aún se desconoce.La lectura del fallo involucró a los acusados Víctor Ángel Rivero, María Jesús Rivero, Irma Lidia Medina, sus hijos Gonzalo y Jose Gómez, Daniela Milhein, Alejandro González, Humberto Derobertis, Paola Gaitán, Mariana Bustos, Carlos Luna, Azucena Márquez y Domingo Andrada.Habló el presidente de TribunalEl presidente del tribunal, Alberto Piedrabuena, explicó con breves palabras por qué los trece acusados en el marco de la investigación por la desaparición de María de los Ángeles Verón fueron absueltos. A continuación, el textual de lo expuesto por Piedrabuena: “La base de este juicio han sido las conductas criminosas denunciadas inicialmente en el debate. Y a sido la privación de la libertad en forma violenta de María de los Ángeles Verón, el 3 de abril de 2002, en horas de la mañana, en la intersección de las calles San Martín y Paso de los Andes, con participación de Víctor Rivero conduciendo un auto Duna, conduciéndola a una casa del barrio Feput, donde Víctor Rivero, María Jesús Rivero, Daniela Milhein y Andrés González, mantuvieron la privación de libertad y la enviaron a La Rioja para el ejercicio de la prostitución en locales Candy, Candilejas y El Desafío, donde Irma Medina, José Gómez, Gonzalo Gómez, Carlos Luna, Cinthia Gaitán, María Márquez, Domingo Andrada y Humberto Deroberits siguieron privándola de libertad, obligándola a ejercer la prostitución, no siendo encontrada hasta el momento. La acusación no ha probado la existencia del hecho inicial, o sea, el secuestro de María de los Ángeles Verón. El debate dejó la incógnita de lo que ocurrió el 3 de abril de 2002. Las versiones al respecto son sólo tales. Es decir, un llamado anónimo y la declaración de una persona fallecida, imposible de examinar en el juicio. No surgió otro modo de saber cómo María de los Ángeles Verón desapareció y apareció en otros lugares. No hubo prueba alguna en tal aspecto. Sobre María Jesús Rivero y Víctor Rivero, el tribunal consideró de absoluta ineficacia la prueba de testigos producidas. Respecto de Milhein y González, tampoco la prueba de testigo fue suficiente. Respeto de Pascual Andrada, no ha sido producida ninguna prueba que lo vincule directa o indirectamente al caso. Respecto de Irma medina y de José Gómez, Gonzalo Gómez, Bustos, Gaitán, Luna, Derobertis y Márquez, no fue posible arribar a la prueba suficiente de testigos diversos en tiempo, modos lugares y personas, como circunstancias particulares de cada uno de ellos. Todo ello no obstante la libertad probatoria aceptada por el tribunal para el debate. En definitiva, el estado de inocencia de los acusados no ha sido vencido”. Investigación paralelaSi bien los acusados negaron hasta último momento cualquier vinculación con el caso, Trimarco -quien asistió a la lectura del veredicto- realizó una investigación paralela durante años con la intención de encontrar a su hija y, según sus abogados, brindó información clave a la Justicia.Tanto el fiscal como los letrados de Trimarco sindicaron a los trece sospechosos como integrantes de una red de trata de personas, que se dedicaba a secuestrar mujeres, “venderlas” a burdeles y obligarlas a ejercer la prostitución.La madre de Verón, que tiene una hija de catorce años, declaró durante al menos seis días ante el tribunal durante el juicio, pero los magistrados -aparentemente- no consideraron “probado” que los acusados tengan relación con el supuesto rapto y posterior desaparición de Marita. Trimarco exigía también al tribunal que, al cabo de tomar declaración a unos 130 testigos, incluyendo a mujeres que dijeron haber sido víctimas de la trata de personas, procure que los acusados brindaran pistas certeras sobre el paradero de María de los Ángeles Verón, “Marita”.
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