Por efectos de la crisis económica y la pandemia del COVID-19, el sistema de transporte de media distancia continúa sin poder recuperarse pese al retorno paulatino a la actividad desde fines del año pasado. Ante las dificultades que enfrenta el sector, recordaron que persisten los retrasos sobre las compensaciones nacionales y provinciales, mientras que al mismo tiempo deben encontrar las formas de superar los incrementos en los costos, como ser el precio del combustible, y la escasa demanda que mueven los servicios.
Por ello, sostienen que las empresas se encuentran con grandes dificultades para poder pagar los sueldos a sus empleados.
Al respecto, Juan Manuel Fouce, titular de la Cámara Misionera de Empresarios del Transporte Automotor de Pasajeros (Caemtap), comentó, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN, que “las empresas de transporte ahora no tienen ingresos como para poder pagar los salarios. La Nación recién hace poco pagó el subsidio de enero. Eso da idea de quienes son los que están tratando de cubrir los salarios atrasados de los trabajadores”.
Al mismo tiempo reconoció que la problemática aún no se convierte en algo más grave porque “hay buena voluntad de los trabajadores, ayudan, reciben en varias cuotas el salario, pero sabemos que eso no es justo. El empresario tiene una unidad que quizás tenga un valor de 30 millones de pesos y un servicio de Posadas a Iguazú le da 1.000 pesos de ingresos pagando el combustible, y ahí no se pudo pagar ni chofer ni guarda. Por eso, no se entiende la mirada de llegar hasta el colapso o la paralización del sistema. Hay que actuar antes que se destruya algo”.
“Hay que buscar una solución, si no se cae todo el sistema de transporte y son miles las personas que dependen de manera directa o indirecta de esto”, opinó.
En el mismo sentido Fouce cuestionó que “no se sabe por qué pasa tanto tiempo sin tener respuestas del Gobierno, todas las actividades tuvieron paritarias. No entendemos por qué no hay un aumento del pasaje de colectivo. Las empresas están dependiendo de que la provincia pague las compensaciones y esa es una situación muy difícil”.
Entre los conflictos que golpean al sector, enumeró: “Hoy la situación del transporte de pasajeros es muy grave, principalmente en lo que es el interurbano por la paralización del servicio durante 8 meses y las pérdidas que se generaron, también por los reiterados incrementos del combustible. El cuadro tarifario actual es el mismo de agosto de 2019. No hay actualización de las compensaciones a nivel provincial desde febrero de 2020. La caída de la demanda de pasaje afecta, porque hoy está en un 40% de lo que se vendía antes de la pandemia”.
A esto se agrega “la poca habilitación de servicios que se hicieron primariamente por la pandemia, debido a que solamente se habilitó un 30% de la capacidad que dispone la provincia. Se habilitaron más para poder cumplir con el boleto educativo, pero esas unidades generan un costo que produce más daño a todo el sistema de transporte, por la imposibilidad de obtener ganancia con la explotación del servicio”, completó.
Además, recordó que “se viene pidiendo desde el año pasado un incremento de las compensaciones, también se pidió un nuevo cuadro tarifario sin novedad a la fecha”.
“Las empresas de transporte están devastadas, en una situación muy grave. Producto de las próximas elecciones, creemos que hasta junio no existirá posibilidad de que nos permitan modificar el cuadro tarifario, ni tampoco hay novedad sobre un incremento de las compensaciones. Esto es gravísimo para el transporte”, sentenció.
En relación al incremento de los costos, ejemplificó que “esto es peor que en el 2001 porque el combustible está mucho más caro. El combustible subió unas ocho veces desde que se habilitaron los servicios del transporte interurbano. La inflación es clara y directa, un repuesto en el año 2019 no tenía el mismo valor que tiene ahora, es fácil darse cuenta de la necesidad que tenemos de aumentar la tarifa”.