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Hace 25 años, en pleno centro de Posadas, un pequeño de sólo 4 años murió aplastado por una pared de ladrillos que se desmoronó sobre su cuerpo cuando jugaba en el patio de una vivienda junto a otros amiguitos, en medio de una fiesta de cumpleaños.
El triste suceso ocurrió alrededor de las 22 horas del miércoles 10 de abril de 1996, en una vivienda de la avenida Corrientes al 491.
La víctima fue identificada como Leandro Rossler y murió en el acto cuando una pared de ladrillos se destruyó sobre su cuerpecito, ocasionándole gravísimas lesiones en su cabeza y otras partes del cuerpo.
Leandro estaba jugando colgado de una soga que a su vez estaba amarrada a una columna, la cual se desplomó.
El hecho fue presenciado por sus amiguitos y su madre, que hacía pocos minutos había llegado al lugar para buscar al niño y regresar a su casa.
El menor fue rápidamente conducido a un centro asistencial privado, donde al llegar, los médicos comprobaron que ya estaba sin vida.