El operativo comenzó cuando un grupo de prefectos que patrullaba la zona ribereña en tareas de prevención del delito, divisó varios bultos encimados sobre la costa, a la altura del kilómetro 1.145 del río Uruguay.
Al suponer que se encontraban frente a un hecho ilícito, los efectivos se acercaron a la zona, donde pudieron constatar que se trataba de 83 bolsas de arpillera, cargadas con granos de soja, sin aval aduanero.
La mercadería, que iba a ser comercializada de forma ilegal, evadiendo los controles aduaneros, supera los 4.000 kilos.
Prefectura secuestró el cargamento, quedando a disposición de la Dirección de Aduanas de la ciudad de Oberá.