
Mientras que las medidas se endurecen, ni el Gobierno provincial ni los docentes aflojan en sus posturas. Los trabajadores de la educación sostuvieron su lucha con una nueva marcha en Posadas. Desde el Consejo General de Educación les aseguraron que no están en condiciones de ofrecer un aumento salarial que supere la cifra ya pactada con otros sectores.
Por ello, la jornada de paro de 48 horas que se inició el jueves y duró hasta ayer, se repetirá la semana que viene, pero se extenderá a 72 horas. Las medidas de fuerza continuarán en este “tire y afloje” de una lucha, en la que ninguna de las partes parece estar dispuesta a ceder.
Ayer, cerca de 500 docentes marcharon hacia la Casa de Gobierno para entregar un petitorio por una nueva mesa de diálogo, el mismo que dejaron en el CGE el miércoles.
Aunque sostienen el plan de lucha, los ánimos “trastabillan” luego de tres meses de pedidos sin respuestas. Desde el frente de gremios y agrupaciones que motorizan las huelgas, se quejan del “absoluto silencio” de las autoridades.
Los docentes decidieron en la asamblea de ayer el nuevo paro de 72 horas. Estará acompañado de acampes y cortes de ruta en Puerto Esperanza y concluirá con una nueva asamblea provincial el miércoles 21.
Tres meses de marchas
Desde que se convocó a la primera mesa de diálogo del año el 9 de febrero, en la que el presidente del Consejo General de Educación Alberto Galarza presentó la propuesta salarial de $13.150 de básico, el frente educativo de autoconvocados, MPL, UDNAM, UTEM, ATE, Conti Santoro y Tribuna Docente, dieron inicio a un reclamo marcado por paros, cortes de ruta y asambleas locales y provinciales.
El jueves 11 de febrero, en la primera asamblea provincial del año llevada a cabo en Dos de Mayo, los docentes rechazaron por unanimidad la cifra salarial y sumaron al reclamo por las malas condiciones de las escuelas y por la asignación de más porteros, entre otros.
Para la segunda mesa de diálogo, los docentes solicitaron $18.600 al básico, propuesta que fue rechazada por el Gobierno. A partir de entonces, las autoridades educativas se rehusaron a seguir debatiendo la cuestión salarial, al considerar que no podrían ofrecer más que lo anteriormente propuesto. En consecuencia, los docentes autoconvocados y organizaciones críticas iniciaron jornadas de lucha que hasta ayer mostraron que no tienen final previsto.
“Quieren ganar tiempo”
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el referente de autoconvocados de Oberá, Aníbal Ramírez, se refirió al actual ánimo de sus colegas: “Sabemos que esto no es de un día para otro. La estrategia del Gobierno es cansarnos: quieren ganar tiempo y buscan el desgaste físico, mental y económico del colega. No nos resulta fácil poder participar de las asambleas que se hacen, porque la plata para poder viajar y estar en las asambleas la ponemos de nuestro bolsillo. Aún así hacemos vaquitas entre todos para lograr que la mayor cantidad de trabajadores puedan participar”.