Un equipo de investigadores de Misiones, La Plata y Santa Fe, encabezado por la doctora en ciencias biológicas del Instituto de Biología Subtropical, del CEIBA y del Proyecto Carayá Rojo, Laura Tauro, analizará la dinámica de los arbovirus selváticos en Misiones, entre ellos la fiebre amarilla.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Tauro contó que “este próximo lunes comenzaremos con una campaña bastante grande en distintos parques provinciales de Misiones y posteriormente también en el Parque Nacional Iguazú, porque trabajaremos no solo con fiebre amarilla sino con la epidemiología de otros arbovirus. Por supuesto que, dada la situación que atraviesa Brasil por la fiebre amarilla, daremos prioridad en nuestro trabajo al estudio de este virus, pero el estudio de monitoreo y vigilancia que iniciamos es mucho más amplio e incluye a diferentes virus trasmitidos por artrópodos en el bosque atlántico”.
Podría haber un hospedador alternativo
Durante la campaña, según explicó, se harán capturas de vectores (mosquitos) y de diferentes potenciales hospedadores de los diferentes arbovirus, entre los que se encuentran roedores, aves, comadrejas y otros vertebrados. Este muestreo volverá a repetirse en septiembre de este año.
“Además, vamos a buscar a los monos carayá del Parque Piñalito para constatar que estén bien y todos los grupos”, indicó.
Según explicó Tauro, “de manera reconocida, sólo los monos son huéspedes del virus de la fiebre amarilla en la fase selvática. Pero se ha visto en algunos otros países que pueden estar involucrados otros hospedadores, como los murciélagos, por lo que también haremos captura de estos animales porque uno de los objetivos del proyecto es tratar de determinar si existen hospedadores alternativos que podrían estar manteniendo el virus en la naturaleza”.
Hasta ahora sabemos que el ciclo principal se da entre los monos y el mosquito vector, pero creemos que puede haber otro hospedador que participa del ciclo”
En principio, este proyecto de investigación de campo tendrá una duración de dos años, “para estudiar la dinámica de estos virus se necesitan estudios a largo plazo, lo que obtengamos ahora puede ser información muy valiosa pero para entender el todo es necesario repetirlo en el tiempo. Contamos con financiamiento nacional e internacional”.
Mismo patrón, distinto ritmo
Consultada sobre el avance del brote de fiebre amarilla en Brasil, que comenzó a fines de 2016, la viróloga indicó que “el patrón de distribución del actual brote de fiebre amarilla en Brasil es similar al de 2007/2008 pero se da una manera mucho más lenta. Esto puede deberse a muchos motivos, desde los cambios ambientales, la disminución de las poblaciones de primates, la deforestación de la selva, que Brasil emitió la alerta en forma más temprana y eso permitió vacunar a la población lo que colaboró a que no se disperse el brote”.
Tampoco descartó que los boletines epidemiológicos sobre la fiebre amarilla en ese país estén desactualizados, en el marco de la actual emergencia sanitaria del COVID-19. “Este no es el caso de Argentina, porque al tener tan poca población de primates y monitoreo permanente sobre ellos, nos enteramos rápidamente si muere un mono”, indicó.
Ponderó también la campaña de inmunización contra la fiebre amarilla que se realizó en el país, priorizando en las provincias de riesgo (Corrientes y Misiones) y recordó que “desde el año pasado, Salud Pública de Misiones reforzó la vacunación en las zonas de riesgo para lograr una cobertura superior al 90%”.