Seguramente tienen en sus casas una mesa pequeña que quieren darle un nuevo uso, una nueva utilidad, y tal vez no sólo servir de mesa sino también de pizarrón para los niños. Y puedan usarla para jugar y pintar.
Con la pintura de pizarra puedes convertir en una pizarra casera muchas cosas, una pared, una libreta, una bandeja, un lateral de tu heladera, un trozo de madera…
Para convertir la mesa en una pizarra hemos utilizado:
Mesa centro
Pintura de pizarra ( que puedes comprar en tiendas de bricolaje o ferreterías)
Caja para la pintura y rodillo
Cinta de enmascarar
Lo primero es limpiar bien la superficie que vayas a pintar con un trapo. Con lija para madera retiramos la capa de pintura vieja.
Sacudimos bien el polvo y ya estamos listos para pintar.
Ponemos cinta de enmascarar para delimitar la zona que queremos pintar.
Ponemos un poco de pintura en la caja y con el rodillo le damos un par de capas, una vez listo retiramos la cinta y dejamos secar al menos 1 día entero.
Ahora sí, en la librería puedes adquirir una caja de tizas de colores y con total confianza entregar a los niños, en su mesita nueva, pueden crear las mejores obras una y otra vez.
Y no te olvides de facilitarles un borrador, que simplemente puede ser un trapito viejo.