Con un costo de vida que, tras el 13% del primer trimestre, amenaza con volver a ser colosal y un dinámico aumento de la pobreza y el desempleo, el contexto nacional jaqueado por la pandemia se presenta duro y ceñido a la evolución de la crisis sanitaria… pero más lamentablemente ajustado a la velocidad de la vacunación, que justamente de veloz tiene muy poco.
Y es que mientras los contagios van en consolidada escalada y amenazan con duplicarse de una semana a la otra, la política trajina y divaga entre reuniones y proyecciones que, incluso, se encuadran en el día a día y no en una agenda de corto o mediano plazo.
Frente a la ausencia de crédito internacional, el cepo y los impuestos extraordinarios comienzan a quedar tallados sobre piedra, postergando una vez más los motores del desarrollo.