Una presión inflacionaria que es más alta de la esperada por el mercado, más un dólar oficial que parece ser el ancla elegida por el Gobierno para controlar de alguna forma a los precios, lleva a los economistas a tener más preguntas que certezas sobre el futuro de la economía argentina.
Este escenario es reflejado en el informe internacional que acaba de publicar FocusEconomics, en el que unos 40 economistas nacionales y del exterior efectuaron sus proyecciones mensuales sobre lo que sucederá los próximos meses con las principales variables del país.
El lado positivo que refleja esta nueva encuesta es que mantiene la tendencia bajista de los últimos meses para las estimaciones de precio de dólar y nivel de inflación, más allá de la incertidumbre y contradicciones que existen tanto desde lo económico como desde lo político. Sobre todo en un año electoral.
En especial, el escrito resalta la reunión de fines de marzo entre las autoridades argentinas con los técnicos FMI, para continuar las discusiones sobre la reestructuración de la deuda del país.
“El Fondo señaló que si bien el progreso se ha realizado, las políticas económicas futuras siguen siendo inciertas”, cita el informe internacional. En línea a ello, detalla claroscuros que se presentan en el horizonte.
“La recuperación se trasladó al cuarto trimestre del año pasado en medio de la flexibilización de las medidas de bloqueo, y probablemente continuó en el primer trimestre de este año, aunque a un ritmo moderado”, grafican los analistas de FocusEconomics.
Mientras tanto, alerta que “las nubes se posan sobre la economía en el comienzo del segundo trimestre”, por las nuevas restricciones establecidas por el Gobierno, tras los fuertes incrementos de casos de COVID-19.
“Este año, la economía debería recuperar parte de los cambios inducidos por COVID-19 en las pérdidas de 2020, ya que tanto la demanda interna como la externa reviven en medio de la paulatina eliminación de restricciones. Sin embargo, la inflación elevada, los controles cambiarios y la incertidumbre política ralentizará el ritmo de la recuperación”, advierte.
Para agregar que, mientras que las prolongadas renegociaciones por la deuda y los riesgos relacionados con la pandemia, “nublan las perspectivas”.
De esta forma, el consenso de los analistas nacionales y extranjeros es que la economía crecería 6,2% en 2021, que es 0,4 puntos porcentuales más que la estimación del mes pasado.
En definitiva, el escrito alerta que inflación “debería ganar más velocidad, debido al financiamiento monetario del déficit fiscal, a través de una expansión sostenida de la base monetaria”.
Por lo tanto, los panelistas de FocusEconomics proyectan que la inflación para fines de 2021 sería del 46%, una cifra que igual es 0,5 puntos porcentuales menos que la estimación realizada en marzo.
Dólar a fin de año
Las proyecciones sobre el precio del dólar mayorista, si bien siguen mostrando una cifra que resulta elevada para fin de año, al ser comparadas con los datos previos muestran una cotización inferior.
Los expertos relevados en abril por FocusEconomics arrojan un consenso que el tipo de cambio cotizará para fin de 2021 a 118,81 pesos, que significa un descenso de precio de 3,79 pesos respecto a las cifras previstas en el informe anterior (marzo) para el mismo plazo.
En tanto, al analizar los últimos tres meses, la tendencia observada también es a la baja, ya que en el informe de enero de 2021 se estimaba para fin de año un valor de 128,05 pesos. Es decir, casi 10 pesos más de lo que marcan las proyecciones actuales para diciembre de 2021.
En resumen, se está estipulando que en todo este año el tipo de cambio escalaría 41,2%. Unos 5 puntos porcentuales menos que la estimación de inflación (46%).
A nivel estadístico, superaría en 16% a los 102,4 pesos contemplados para fin de año en el Presupuesto 2021 presentado por el oficialismo.
En conclusión, si se tiene en cuenta que el precio actual del billete mayorista es de 92,97 pesos, el dólar subiría 27,8% desde ahora hasta fin de 2021.
Por lo tanto, los economistas contemplan menores expectativas de devaluación, aunque esta situación está marcada por un gran número de interrogantes, debido a que existen diversos controles del Gobierno para mantener dichas perspectivas.
Con ello, el mercado cita la presencia de un cepo cambiario que impide el libre movimiento de la cotización del dólar, a lo que se le suman congelamiento de tarifas y emisión monetaria, entre otros factores a seguir de cerca.
“El Banco Central se apega a una flotación gestionada del tipo de cambio. Más adelante, el peso se debilitará aún más, lastrado por dos dígitos de inflación y una economía frágil”, advierte el informe de FocusEconomics.
Proyecciones de los economistas
Desde las proyecciones puntuales de los distintos economistas de bancos y consultoras para fin de año, se observa que las estimaciones más elevadas corresponden a los analistas internacionales.
De hecho, el valor de tipo de cambio mayorista más elevado proyectado para fin de diciembre es liderado por la empresa de servicios financieros JP Morgan, con una cotización esperada de 135 pesos. Le siguen BancTrust&co (132,57 pesos) y UBS, con 132 pesos.
En este sentido, iProfesional consultó algunos de los participantes de la encuesta de FocusEconomics, sobre sus proyecciones y opiniones respecto al comportamiento que consideran que tendrá el dólar y las principales variables económicas hasta fin de año.
Para el economista jefe de LCG, Guido Lorenzo, cuyo pronóstico es de 120,2 pesos para fin de año, este es “un ritmo de depreciación muy inferior a la inflación que esperamos, y está en línea con lo que viene realizando el Banco Central de intentar anclar a los precios con una política cambiaria que se desliza en forma suave”. Y agrega: “Es un valor que, incluso, está en línea con el pricing que está haciendo Rofex del tipo de cambio sobre fin de año”.
En concreto, en el mercado de futuros y opciones del Rofex-Matba se observa cierta correlación, ya que los inversores están pagando un precio de 122,85 pesos para fin de diciembre, unos 4 pesos más que el consenso del FocusEconomics.
“Si bien hay mucha incertidumbre debido no sólo a lo sanitario, sino también a las condicionalidades de un acuerdo con el FMI, creemos que en estos meses prevalecerá la idea de ir gradualmente unos puntos por debajo de la inflación”, concluye Lorenzo a iProfesional.
En tanto, para Juan Luis Bour, economista jefe FIEL, que estipula un dólar mayorista de 116,45 pesos para diciembre, considera que “la inflación alta limita las posibilidades de anclar el tipo de cambio”.
“Aun así, esperamos una desaceleración de devaluación hasta las elecciones y ajustes posteriores. Esto último es necesario no sólo para evitar mayor inestabilidad, sino para tener chances con el FMI”, completa Bour a iProfesional.
Para el economista Andrés Borenstein, director asociado de Econviews, el dólar que estima de 116,5 pesos a fin de año supone un aumento de 25% de aquí a fin de año. “Esto implica una tasa anualizada del 38%. Lo más probable es que la tasa del 2% mensual actual no se pueda sostener durante todo el año, y que se sostenga durante los próximos meses, que son todavía de alta liquidación del agro, pero no necesariamente después”, detalla.
Además, Borenstein completa a iProfesional que espera que “luego de las elecciones el dólar recupere algo de bríos. Una de las variables a tener en cuenta será si el turismo emisivo vuelve en la segunda mitad del año. Eso implica un drenaje importante de dólares”.
Finalmente, Pablo Repetto, director de la consultora de GRA Gabriel Rubinstein, cuya estimación es la más baja de todos los participantes en el FocusEconomics, con 106,58 pesos para fin de año, espera que el Gobierno, que “ya ajustó el ritmo de devaluación bastante, lo mantenga subiendo apenas por debajo del 2% mensual”.
Según su opinión, este ritmo, con inflación cayendo en el segundo semestre a la zona del 2% a 2,5%, “permitiría que no se atrase mucho el tipo de cambio”.
En conclusión, Repetto considera a iProfesional que “el cepo estricto y la mejora de los precios internacionales, permitirían mantener un ritmo de devaluación acotado que no serviría para revertir la falta de confianza. Por lo que a pesar de esas subas, no vemos una acumulación significativa de reservas”.
Alimentos… no es un problema global
El Gobierno expresó que la suba de los alimentos del mes pasado, reflejada en el duro dato de la inflación de marzo del 4,8%, se basó en el incremento internacional de estas materias primas.
Sin embargo, los datos de la mayoría de los países de la región, que también consumen y exportan este tipo de productos, demuestra lo contrario, ya que el mes pasado la mayoría registró o una muy leve suba o un incremento mucho menor que los alimentos en la Argentina. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INDEC registró una suba del 4,6% en alimentos y bebidas el mes pasado y del 44,8% en los últimos 12 meses, muy por encima de la inflación de los últimos años.
En este sentido, el ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó en la reunión de gabinete económico de la semana pasada: “Hay circunstancias coyunturales que han estado afectando a los precios, incluyendo la inflación en alimentos, que es un problema en el mundo y en particular, en esta pandemia”.
Por esta razón, el Gobierno lanzó tras ese encuentro una serie de medidas de restricción a la oferta y de control en las cadenas minoristas; este tipo de paquetes en el pasado demostró no sólo su ineficacia para reducir los precios al consumidor, sino que también generó un grave perjuicio para el país en materia de ingreso de divisas para el Estado y de cierre de establecimientos y empleos para el sector privado.
El FMI pidió medidas macroeconómicas
El director del Departamento para el Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Alejandro Werner, sostuvo que la elevada inflación en la Argentina genera preocupación y limita la recuperación del empleo. “Claramente una economía con inflación elevada genera preocupación, ha sido elevada durante los últimos cuatro años. Para bajarla hay que implementar políticas macroeconómicas conducentes y medidas que ayuden a la coordinación de expectativas a un nivel más bajo”, dijo recientemente Werner en una conferencia de prensa virtual desde Washington.
“Parte de las discusiones con el Banco Central y la secretaría de Hacienda giran en torno de estas medidas para avanzar en que Argentina avance a una inflación más baja y a un sector financiero más estable, tasas más bajas y que esto permita una recuperación más dinámica del empleo”, indicó.
En relación con las medidas de restricción a la circulación anunciadas ayer por el Gobierno, dijo que en el pronóstico del país “incorporamos que los niveles de contagio serían elevados. Hemos visto en Argentina y otros países son peores que lo esperado; veremos cómo estas medidas de distanciamiento afectan la economía, pero representan un riesgo a la baja. Hay que ser prudente y esperar, porque a la vez las economías se adaptaron mejor a la pandemia mejor que lo que creíamos”.
Fuente: iProfesional.com Infobae.com