Los gastos militares siguieron aumentando en el mundo pese a la pandemia de COVID-19, hasta alcanzar casi 2 billones de dólares en 2020, según un informe publicado este domingo por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI).
El año pasado el gasto militar ascendió a 1,981 billones de dólares en todo el mundo, lo que implicó un aumento de 2,6% interanual, mientras el PBI mundial cayó 4,4%.
Uno de los autores de informe, Diego Lopes da Silva, explicó que no se esperaba esta evolución ya que muchos países respondieron con medidas de austeridad a la crisis económica de 2008-09, pero que “se puede concluir con cierta certeza que el COVID-19 no tuvo un impacto significativo en el gasto militar global, al menos en 2020“.
Sin embargo, Lopes da Silva advirtió que aún es pronto para sacar conclusiones a largo plazo porque los países podrían necesitar tiempo para “adaptarse al impacto”, según comentó a la agencia de noticias AFP.
El hecho de que el gasto militar siguiera en aumento en un año marcado por la recesión económica significa que la proporción del gasto militar en el PBI total también aumentó, de 2,2% a 2,4%, el mayor salto interanual desde 2009.
El año pasado, 12 países de la OTAN dedicaron al menos el 2% de su PBI a sus fuerzas armadas, el objetivo establecido por la organización, en comparación con solo nueve en 2019.
Chile y Corea del Sur reorientaron parte de este gasto planificado para responder a la crisis sanitaria, “otros países, como Brasil y Rusia han gastado considerablemente menos que su presupuesto original para 2020” y Hungría aumentó el gasto militar “como parte de un plan de estímulo en respuesta a la pandemia”, agregó Lopes da Silva.
En tanto, los dos países que más gastaron fueron Estados Unidos y China (el primero representa el 39% del gasto militar mundial y el segundo el 13%). El gasto militar de China ha aumentado de manera constante durante 26 años, en línea con el crecimiento de su economía.
Estados Unidos también aumentó su gasto por tercer año consecutivo en 2020, después de siete años de declive. “Esto refleja las preocupaciones crecientes sobre las amenazas percibidas de rivales estratégicos como China y Rusia, así como la voluntad de la administración Trump de reforzar lo que consideraba un Ejército estadounidense agotado“, comentó Alexandra Marksteiner, coautora del informe, en un comunicado.
En tanto, Lopes da Silva aseguró que la nueva administración de Biden “no ha dado indicaciones de que vaya a reducir el gasto militar”
Fuente: DW