Pasó un año y medio desde la intempestiva salida del gobierno de la Alianza, donde Fernando de la Rúa dejaba en helicóptero la Casa Rosada, y la sucesión de cuatro presidentes en una semana, hasta que el 27 abril de 2003 se llevaron a cabo las elecciones a Presidente para dar por finalizado el interinato de Eduardo Duhalde.
En la antesala las encuestas daban primero a Carlos Menem y el segundo puesto estaba muy peleado entre Néstor Kirchner y Ricardo López Murphy. Llegado el momento de la verdad, la fórmula Menem-Romero sumó el 24,45% de los votos, contra el 22,25% de Kirchner-Scioli, el 16,37% de López Murphy, el 14,11% de Adolfo Rodríguez Saá y el 14,05% de Elisa Carrió.
Esto derivaría en que el 18 de mayo se debiera realizar una segunda vuelta, conocida como ballotage, por primera vez en la historia argentina, aunque más tarde no se llevaría a cabo y ese lugar en la historia quedaría para las elecciones de 2015.
Es que cuatro días antes de la definición, Menem -casi sin apoyos entre los candidatos “eliminados” en las generales y muy por debajo en las encuestas- decidió dar el paso al costado y declinar su candidatura el 14 de mayo.
De esta forma, Kirchner fue declarado presidente electo y asumió el cargo aquel recordado 25 de mayo de 2003.