Tras observar la enorme cantidad de jóvenes misioneros que emigraban a otras provincias buscando continuar sus estudios superiores, muchos de los cuales no regresaban, un grupo de profesionales posadeños inició una campaña cuyo único fin era gestionar una universidad para la tierra colorada. El contador Carlos René Troxler, el abogado Martín Pancallo D´Agostino, y el profesor Martín González, fueron de la partida.
“Habíamos tenido la suerte de estudiar en Buenos Aires o en otros centros universitarios, y nos dimos cuenta de la realidad. Entendimos que algo que había que hacer, y pusimos manos a la obra. En 1971 comenzamos una campaña para interesar a la sociedad, a los docentes, en esta necesidad de obtener un camino para la formación universitaria”, relató Pancallo D´Agostino, a pocos días que la UNaM celebrara 48 años de existencia.
Crearon una pequeña comisión y organizaron el Movimiento Pro Universidad Nacional de Misiones (MOPUM), para comenzar a interesar a los distintos estamentos de la sociedad (industriales, comerciantes, docentes). Empezaron a viajar a las localidades de Misiones “donde mucha gente no sabía qué era una universidad, principalmente en el ámbito rural. Brindábamos charlas de concientización, había que hacer saber a la sociedad sobre la importancia de los estudios universitarios. Acá se terminaba la escuela secundaria y no había otro horizonte. Fuera de la Universidad de Buenos Aires, de La Plata, de Corrientes, Córdoba, no había otras”.
En ese momento el país era gobernado por un gobierno militar, pero “¿ante quién íbamos a gestionar si no era ante el gobierno nacional? Porque era una cuestión que tenía que resolverla el presidente de la República, el gobierno nacional. No había otra salida. Y digo esto porque los sectores de izquierda nos acusaban ser parte de gobiernos de facto, cosas por el estilo, cuando nosotros no teníamos ninguna participación política. Obtuvimos la adhesión de más de 35 entidades de Misiones, que nos apoyaron muchísimo, al igual que la prensa del momento”, expresó el vocal de la Cámara de Apelaciones del Poder Judicial de Misiones.
“Teníamos problemas económicos, al punto que analizamos lanzar un bono de contribución solidaria para afrontar gastos porque había que moverse, pero no nos animamos”, dijo, quien aún conserva uno de esos talonarios en un cajón de su escritorio.
Insistió con que la “campaña pro universidad”, cuyo impulsor inicial fue Troxler, duró desde noviembre de 1971 hasta la creación, en abril de 1973. “Fue un año y medio realmente fuerte, primero porque había que expandir la idea, convencer a la sociedad sobre la necesidad de una universidad y, segundo, porque nos encontramos con una fuerte oposición, que nacía fundamentalmente de sectores de izquierda y de la CGT, aunque a esta última, logramos persuadir”.
Aseguró que “no teníamos ningún plan especulativo o de carácter político, lo único que queríamos era que Misiones tenga una universidad, y lo hicimos. Por suerte aprovechamos el viento a favor que venía del gobierno nacional, que era al único al que podíamos acudir para tratar este tema. Lo tratamos muy bien con el ministro de Educación, Gustavo Malek, y demás funcionarios de la misma cartera nacional que nos apoyaron mucho”.
Insistió con que “fuimos como escudo contra aquellos que se oponían al propósito. No estábamos en la izquierda ni en la derecha, ni en el centro, lo único que queríamos era que se concretara la universidad. Defendimos primero la idea, después las adhesiones, y las tareas tendientes a lograr la creación. Una cosa de la que nos criticaban, acusaban, era que representábamos al capitalismo, a los grandes empresarios. Representábamos el interés de la sociedad, de tener una universidad con altos estudios. Pero la izquierda tenía como argumento ese tipo de cosas. La ideologización. Nosotros no estábamos en eso”.
Totalmente convencidos
Cuando empezó la mencionada campaña, Pancallo D´Agostino hacía tres años que se había recibido de abogado en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y había vuelto a Posadas, de donde es oriundo. “Mi padre quería que tuviéramos una formación universitaria, y fue con mucho sentir. Y pude advertir después, cuántos chicos no podían viajar, cuántas familias no podían enviar a sus hijos a estudiar a otro lado por falta de medios. Así que quienes estuvimos en esto, estábamos convencidos de la necesidad que Misiones necesitaba una universidad. Se logró esto gracias al apoyo de gran parte de la sociedad, salvo los que tenían intereses o especulaban políticamente”, explicó quien completó 35 años de docencia universitaria en la Facultad de Ciencias Económicas como profesor titular de Derecho Constitucional y Administrativo.
Lograr el objetivo “significó para nosotros haber integrado a la juventud a los estudios superiores. En aquella época había un altísimo porcentaje de la sociedad que eran jóvenes. La juventud que terminaba el secundario era un porcentaje muy grande. Se veía justificada toda la labor que se hizo para crear una universidad porque gran parte de los adolescentes quedaban acá, fundamentalmente los del interior. Cuando íbamos los fines de semana para dar charlas de concientización, venían madres con sus hijos y muchas nos preguntaban qué era una universidad, otras que sabían, nos agradecían y apoyaban”.
En 2003, quienes tuvieron las principales responsabilidades en el MOPUM editaron el libro: “Documentación Histórica de la Creación de la Universidad Nacional de Misiones”, donde está condensada toda la documentación, cartas, comunicados, pedidos, artículos y publicaciones periodísticas de la época referidos a la creación de la UNaM. “Todo con absoluta objetividad, también las manifestaciones y críticas de quienes se oponían. Todo como verdadero testimonio para que las vicisitudes que sufrimos no queden en el olvido. En dicho libro consta el relato de los hechos tal como fueron sucediéndose, con sus protagonistas directos e indirectos, el apoyo de las entidades sociales, empresariales, políticas y educativas, y medios periodísticos; poniendo el acento en los sectores del interior y más humildes, que vieron un futuro nuevo para sus hijos”, aseguró.
Sueño entre manos
El 7 de abril de 1972, la junta ejecutiva del MOPUM fue recibida por el ministro de Cultura y Educación de la Nación Gustavo Malek, a quien entregaron el estudio socioeconómico realizado por los miembros del movimiento, y prometió iniciar los estudios de factibilidad. El 8 de diciembre del mismo año, se puso en funciones a los miembros de la Comisión de Estudios de Factibilidad para la creación de la Universidad de Misiones.
Esta comisión integrada conforme al Decreto 3337 del 30 de noviembre de 1972, trabajó durante los meses de diciembre de 1972 y enero y febrero de 1973. De allí surgió un relevamiento de la provincia y un proyecto de estructura universitario, tanto en lo académico como en la infraestructura, de gran valor orientativo para las futuras autoridades que debían desarrollar la casa de altos estudios. La comisión estuvo integrada por miembros del MOPUM, Félix Durán, Martín Pancallo D´Agostino, Algo Gil Navarro y Néstor Carballo, y funcionarios de la provincia.
Pancallo D´Agostino fue el secretario técnico de la Comisión Especial Nacional de Estudio de Factibilidad de la Universidad Nacional de Misiones, y Federico Leopoldo Sharp, tesorero. Por el Consejo de Rectores, Juan Federico Veglia y Rubén Martínez; por el Ministerio de Hacienda y Finanzas de la Nación, Eduardo Vilar y Antonio Paz; por el Ministerio de Educación de la Nación, Rubén Narvaez, Martha Rothman, Alfredo Marino y Carlos Márquez. Por el MOPEM, Néstor Carballo, Félix Durán y Rubén Gil Navarro.
El 13 de abril de 1973, el licenciado Rubén Osvaldo Narvaez envió desde Catamarca un telegrama (Nº 1455) que recibió Pancallo D´Agostino. El texto decía: “Trámite avanzado en presidencia a la firma. Narvaez”. Después llegaría la noticia tan esperada, que recibieron “jubilosamente”.
El 16 de abril de 1973 se sancionó y promulgó la Ley Nacional 20.286 que dispuso la creación de la casa de estudios superiores. El domingo 29 de abril de 1973 se llevó a cabo en la Casa de Gobierno, de Posadas, la creación oficial de la UNaM, con la presencia del ministro de Cultura y Educación de la Nación, Gustavo Malek; el gobernador de Misiones, brigadier mayor (RE) Ángel Rossi, integrantes del MOPUM, directores de establecimiento educacionales, y el gobernador y vicegobernador electos, Juan Manuel Irrazábal y César Napoleón Ayrault. En esa ocasión asumió como delegado organizador de la universidad el ingeniero químico Juan Federico Veglia, perteneciente a la UNNE de Corrientes, que tenía un plazo de 90 días para lograr su cometido (tras su renuncia fue designado el ingeniero Víctor Benito Alfaro, docente obereño, quien se desempeñó hasta el 11 de noviembre de 1973).
Un inusitado despliegue policial dio la nota en los alrededores de la gobernación debido a la actitud adoptada por los alumnos y algunos profesores de la Facultad de Química y de la Escuela de Servicio Social, dependientes de la UNNE, que mostraban mediante carteles su desagrado por la creación de la universidad misionera. Por la noche, en el Hotel de Turismo, el MOPUM ofreció una cena a las autoridades nacionales y provinciales, a la que también asistió Ayrault y su esposa, Ana Ofelia Ruiz Reca.
Trabajo intenso
Sorpresivamente, el 28 de marzo de 1974 recibieron la noticia de la designación del Dr. Raúl Justo Lozano (fallecido en 2000) como rector normalizador de la UNaM. Se trataba de un misionero residente por ese entonces en Corrientes. Asumió sus funciones el 10 de abril en un acto académico realizado en el Teatro Español, de Posadas, durante una ceremonia que contó con la presencia de altas autoridades nacionales y provinciales. El trabajo de Lozano fue intenso. Aseguran que “fue un rector que supo honrar el alto cargo que le confiaron. A casi 50 años de su actuación, perdura intacta su obra. El pueblo de Misiones y, sobre todo, la universidad, le deben un merecido reconocimiento”.
A partir del 10 de abril de 1974 al 20 de septiembre de 1975, Lozano dejó en funcionamiento a 10 unidades académicas, incorporando la Facultad de Ingeniería Química; la Facultad de Ciencias Sociales; la Escuela de Artes; el Instituto del Profesorado de la Provincia; la Escuela Agrotécnica de Eldorado y el Instituto Privado de Administración de Empresas (actual Facultad de Ciencias Económicas), que funcionaba sobre la calle San Lorenzo casi avenida Mitre. Fue en esa sede donde Pancallo D´Agostino conoció a Troxler, a quien consideró “un gran impulsor” y donde nació el MOPUM.
Al cumplirse los diez años de la fundación de la UNaM, el Movimiento recibió el reconocimiento de la universidad en un acto realizado en el cine Sarmiento.
Para esa jornada festiva, Pancallo D´Agostino fue invitado, nota mediante, por la secretaria general académica de la UNaM, Graciela De Haro de Brumovsky, a asumir uno de los discursos conmemorativos “a fin que recuerde a aquellos hombres que lucharon para que esta, nuestra realidad actual, fuera posible”.
Un mismo propósito: crear la universidad
La comisión provisoria del MOPUM comenzó a trabajar de manera informal más que nada para instalar en la sociedad la necesidad de crear una universidad. Esa comisión funcionó desde el 10 de junio de 1971, hasta el 7 de noviembre del mismo año, cuando se conformó el Movimiento como organización formal, presidida por Carlos René Troxler. Raúl Antonio Biazzi, era vicepresidente, y el estudiante Ramón Arturo Pucheta, secretario general. Al poco tiempo, por renuncia de algunos miembros, que no podían asistir a las reuniones frecuentes, se incorporó Martín Pancallo D´Agostino, como secretario general; Martín González, como vicepresidente; Lucio Falkoski, como secretario de relaciones públicas, y Marcos Aurelio Cáneva, como secretario de prensa.
Dentro de esta comisión se conformó una junta ejecutiva integrada por Troxler, Pancallo D´Agostino, González y Cáneva, que fue la que realizó todas las actividades registradas por la historia y graficada en los medios de comunicación de la época.
La campaña y gestiones prouniversidad en la provincia y ante las autoridades nacionales duró desde noviembre de 1971 hasta abril de 1973, en que se creó la universidad.