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Nada mejor que estar en casa. Bajo esa premisa, Ricardo Báez (25) inició en los últimos días un nuevo ciclo olímpico, esta vez con la mirada puesta en París 2024 y los pies sobre la tierra colorada. Es que después de entrenar varios años en el CeNARD, el luchador decidió realizar la preparación en busca de la clasificación a esos Juegos Olímpicos nada más y nada menos que en Misiones.
“Acá emocionalmente me siento mucho mejor, más contenido. Me di cuenta de todo esto tras la pandemia, que me hizo venir para acá desde Buenos Aires. Primero decidí no volver allá hasta que pase todo esto. Y eso me empujó a tomar la decisión de volver a Misiones. Seguramente habrá entrenamientos en Buenos Aires o en algún otro país, pero la base va a ser Misiones”, confió a EL DEPORTIVO el experimentado luchador, uno de los mejores del país.
En efecto, esa preparación ya empezó. Y Ricky ya tiene en vista su primera competencia oficial, que significará además su regreso a la colchoneta después del Preolímpico de Canadá, en marzo de 2020, donde ganó tres peleas, fue quinto y quedó a una victoria de obtener el boleto a los Juegos Olímpicos de Tokio. Nada de bajar los brazos. Ahora, a pensar en París.
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“Estuve ocho años en Buenos Aires, entrenando en el CeNARD. Fue una experiencia muy linda, pero en los últimos tiempos sentía que necesitaba algo más. Y la pandemia me dio ese empujoncito para tomar esta decisión. Además, hoy por hoy la infraestructura en el CePARD es muy buena y estoy trabajando muy bien con el equipo interdisciplinario del Ministerio de Deportes. El CePARD tiene eso: es el lugar donde nos juntamos todos los deportistas de acá, compartimos el gimnasio, la pista, somos como una familia”, explicó Báez respecto a una de las razones por las que decidió volver. La inauguración del centro de deportes de combate, en el CePARD y prevista para los próximos meses, será otro punto importante. “Va a ser de otro nivel”, agrega Ricky.
Báez aclara que en Buenos Aires se hizo de numerosos amigos y que en el CeNARD también se sintió como en casa. “Sin embargo, no es lo mismo que estar en Misiones. Acá me siento emocionalmente mejor, más motivado”, subraya, para luego agregar que “jamás me imaginé estar acá en Posadas entrenando para un ciclo olímpico”.
Por lo pronto, el primer paso hacia el nuevo sueño olímpico tendrá lugar del 27 al 30 de mayo en Guatemala con el Torneo Panamericano Senior de lucha. El certamen se iba a realizar en Brasil, pero se mudó por el coronavirus. “Me estoy preparando en el CePARD junto a los profes y el equipo interdisciplinario. Quizás lo que más me dificulta de entrenar acá por ahora es la falta de un sparring, pero trato de compensar eso con lo físico”, sintetizó Báez, quien competirá en estilo libre, en la categoría hasta 97 kilogramos de peso corporal.
¿Cuál será la meta en Guatemala? “Mi objetivo es alcanzar una medalla, estoy muy ansioso por competir, no lo hago desde hace más de un año. Lo vengo esperando mucho y esto es una buena noticia, porque la pandemia aún no terminó y poder volver a competir va a ser algo muy positivo”, agregó Ricardo.
En efecto, su participación en Centroamérica “va a marcar el inicio de un nuevo ciclo olímpico, con París como objetivo a largo plazo, pero con los Juegos Odesur de Asunción, el próximo año, como meta más cercana”, sintetizó el luchador. Por eso, Guatemala será también el puntapié de un proceso tan diferente como especial: “lo que más anhelo, el sueño máximo, es estar en los Juegos Olímpicos. Y si clasifico a París entrenando en Misiones, va a ser un orgullo y un sueño doblemente cumplido”.
Se suspendió el clasificatorio para Cali
El fin de semana venidero debía llevarse a cabo en Buenos Aires el torneo clasificatorio para los primeros Juegos Panamericanos de la Juventud, que se desarrollarán desde el 5 de junio próximo en Cali y el Valle del Cauca, en Colombia. Sin embargo, en razón de la pandemia y del contexto epidemiológico que se vive en el país y principalmente en Buenos Aires, la Federación Argentina de Luchas Asociadas (Fala) resolvió suspender la cita.
Para la misma se preparaban al menos media decena de luchadores misioneros, quienes entrenan a diario en el CePARD junto al profe Adrián Báez. Así las cosas, la principal posibilidad misionera de estar en esos Juegos -como los Panamericanos, pero reservados para atletas menores de 20 años- es Mauricio Lovera, el luchador posadeño que actualmente se encuentra participando de un campus en México.