Según las enseñanzas de Buda, “ni tu peor enemigo puede dañarte tanto como tus pensamientos”, algo que entiende perfectamente Nancy Calderón: “continuamente todos los días trabajo mucho mi mente, pulirla. Trato de reprogramar mi mente con hábitos buenos, pensamientos más positivos, claro que no desterré todos los pensamientos negativos, pero soy más positiva. Con el paso de los años voy evolucionando”.
Nancy se formó con el estadounidense experto en liderazgo John Maxwell, y comparte todos los domingos en SextoSentido lo que dicta en sus talleres, que también utiliza ella en su cotidianeidad.
Con rituales como el agradecimiento comienza su día, “normalmente a las siete de la mañana. Apenas despierto agradezco por la vida, creo que es maravilloso poder despertar, estar viva, lo siento en mi corazón y pienso en cada parte de mi cuerpo. Elevo mis pensamientos hacia las personas, hacia el mundo, emanando una buena energía como para enviarla al mundo”.
Por lo que nos cuenta, la mayor parte del tiempo busca sintonizar con su ser y lo refuerza al decir que “el equilibrio diario es conectar con uno mismo, a veces en pequeñas cosas que podemos hacer por ejemplo, ahora estoy hablando con vos abro mis ventanas miro, tengo una fuente con flores y es algo que me llena totalmente, me inspira”. Momentos que experimentamos a diario, pero que muchas veces no los tenemos en cuenta como positivos.
Como buena misionera le gusta tomar mate, lo hace “a la tarde sentada en el patio donde me conecta con mi ser interior. Algo que me ayuda muchísimo para desenvolverme durante el día -dentro de lo posible- un desayuno equilibrado. Estuve tomando batidos frutales dependiendo de la estación: manzana con naranja, batido de mango, siempre apuntando al equilibrio desde el primer inicio del día. Como de todo, alguna galletita o galleta, aunque trato de no consumir tantas harinas”.
Agendado
La organización es buena para no agobiarnos, “también con los años aprendí a tener un sistema de calendario o agenda, por la mañana mi actividad labora es intensa entonces me guío por mi agenda donde tengo todo pautado desde las 8.30 en que comienzo hasta la una de la tarde. Ahí termino y ya después me dedico a la vida de hogar. Nos juntamos para las tareas, preparar los alimentos y ese espacio es para la familia”.
Después “tengo un momento para mí. Los rituales del cuidado de nuestra piel, nuestro cuerpo son fundamentales, entiendo que al mimarnos nos estamos reconciliando con nosotros, nos valoramos, nos empoderamos. No lo hago todos los días, voy a una amiga que me ayuda a hacerme mascarillas, cosas que me hacen mucho bien. Lo tengo como hábito una vez al mes. Luego el cuidado, acompaño tomando mucha agua, y voy al gimnasio día de por medio”.
Desafíos
“Me gusta viajar, explorar lugares nuevos, ahora en pandemia viajo dentro de la provincia, pero me encanta recorrer países, lugares donde hayan desafíos para vivenciar y me encanta el mar”.
“Todo eso lo trabajo desde adentro, creo que todo lo que necesitamos está adentro, somos como una vertiente de sabiduría, todos tenemos esos recursos y se potencian más cuando estamos en contacto con la naturaleza, allí me vienen las ideas y la mente trabaja a mi favor. A veces, el ruido, la rutina, te alejan de vos. Pero cuando uno va hacia el ser hay amor, paz, abundancia, salud, riqueza y alegría, todas las herramientas están adentro”.