
Las localidades están siendo afectadas por la baja de los caudales de los arroyos o los ríos, lo que ocasiona problemas en la provisión de agua potable. En algunos casos se tomaron medidas desde hace varios días para tratar de mantener el servicio y en otros, se reduce el porcentaje de producción.
Uno de los municipios afectados por la sequía y la falta de lluvias es Bernardo de Irigoyen, donde la problemática se agudizó y obligó a tomar medidas más tajantes.
En conversación con PRIMERA EDICIÓN, el presidente de la Cooperativa de Provisión de Agua Potable (COOPABIL), Arlindo Pianowski comentó que “todos los días estamos bombeando entre tres y cuatro horas de la represa”. Recordó que días atrás se registró un poco de lluvia en la zona y eso permitió un bombeo de más horas, “pero fue un solo día”. En jornadas normales el bombeo se realiza las 24 horas.
La semana pasada, ya había adelantado que la represa estaba casi seca y uno de los reservorios estaba sin líquido.
“Estamos abasteciendo con los pozos perforados, que también bajaron su caudal, pero es de forma mínima y para que los vecinos no queden sin agua”, señaló.
Por otro lado, detalló que los bomberos voluntarios de la localidad también brindan asistencia y reparten agua en los barrios. “No paran. Están desde la mañana hasta la noche trabajando en diferentes barrios, todo el día llevando agua”, remarcó.
Explicó que “ellos retiran agua de planta para llevar a los vecinos porque con la emergencia hídrica también se hizo un pozo perforado y mínimamente tenemos para abastecer a los bomberos para que repartan el líquido a los barrios”.
“Estamos esperando que llueva porque la situación está muy complicada”, aseguró.
Por otro lado, comentó que “los dos pozos que se hicieron en el barrio Vista Alegre, que es el más populoso que tenemos, lamentablemente no funcionaron. Estamos esperando que vengan a hacer una perforación nueva porque es el barrio más grande y que hoy está padeciendo más que el resto del pueblo. Por ahora, hay un solo pozo que está bombeando para ese sector, pero con un caudal muy bajo”.
Iguazú
En tanto, en la ciudad de las Cataratas el panorama no es tan diferente a días anteriores. El fin de semana el río Iguazú bajó su nivel a los 3,20 metros y obligó a la planta a trabajar a un 30%.
Ayer el cauce recuperó un poco la altura. “Está subiendo muy despacio y volvimos al 100%”, indicaron las fuentes consultadas del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (IMAS). Sin embargo, los barrios alejados todavía estaban sin servicio; por lo cual eran asistidos por los camiones cisternas del IMAS y del Municipio.
Iguazú ya lleva varias semanas con la problemática de la falta de agua, ya que el río desciende de manera abrupta y la planta sólo subsiste con la toma del arroyo Mbocay.
Capioví, todavía sin medidas
Desde la cooperativa de agua en Capioví indicaron a este Diario que “llovió un poco la semana pasada, pero para reponer el agua debería precipitar más”.
“El arroyo que usamos para potabilizar el agua está sobreviviendo. No estamos en niveles críticos. Pero, se debe tener en cuenta que la temperatura descendió y, por ende, el consumo”, remarcaron. “No estamos bien, pero la situación todavía no es desesperante”, deslizaron.
Manifestaron que todavía no se tomaron medidas, pero recordaron que a fin del año pasado sí fueron necesarias.