Con un nivel en su máximo esplendor, siendo determinante para la obtención del ascenso a la Liga LEB Oro y ratificando su condición de gran promesa del baloncesto argentino, el misionero Juan Ignacio Marcos (20) cerró el último fin de semana una temporada formidable con el Barça Basket B y ya palpita lo que será el merecido descanso.
Planificando ya de cierta manera el regreso al país, tras dos años intensos en España y con pandemia de por medio, el base formado en el Club El Coatí de Eldorado no ve la hora de reencontrarse con su familia en Misiones y disfrutarla a pleno, pero se toma su tiempo para analizar su temporada y pensar en el futuro.
“Cumplimos con el objetivo que nos propusimos tras perder la final directa, que era llegar a la LEB Oro (Segunda del básquetbol español), y tras lograrla fue una sensación de satisfacción que no la había sentido nunca antes”, anticipó el argentino.
En diálogo con Prensa de la CABB, el base de la valiosa camada de la categoría 2000 resaltó que “no podía asimilar lo que habíamos conseguido tras el triunfo del sábado, no caía en que habíamos obtenido el ascenso. Fue increíble cerrar la temporada de esta manera, más porque somos un equipo joven, que en ningún momento se planteó pelear por el ascenso, sino que todo pasaba por hacer experiencia y proyectarse”.
Vale recordar que la Filial del Barcelona llegó a la segunda categoría del baloncesto español tras vencer el pasado sábado en las semifinales de los playoffs de la Liga LEB Plata al Zornotza, por 98-69, y allí Marcos fue proclamado como MVP del juego con 22 puntos de valoración. Sus 16 puntos, 4 asistencias, 5 rebotes y un robo en 24m30s en cancha fueron cruciales.
A la hora de analizar la temporada, el exPeñarol de Mar del Plata explicó que “en lo individual no siento que haya comenzado con una buena primera parte de temporada. Pero en la segunda me fui sintiendo mucho mejor y con más confianza. En cuanto al equipo, es un balance muy positivo, algo muy bueno para un equipo filial. En cuanto a mí me ha gustado la manera en la que acabé la temporada, estoy conforme con lo que aporté y aprendí, así que fue un gran año para aprender y sumar experiencias”, analizó quien promedió 8,2 puntos y 23 minutos en 32 juegos de esta temporada, titular en 28 juegos.
En la final anterior por el ascenso brilló con 12 puntos en el primer encuentro y 19 en el segundo. Algo similar sucedió en la definición de la Copa LEB, el 30 de enero, ante el mismo rival: 19 puntos en 30 minutos y ajustada derrota.
Juani parece crecer en los momentos más decisivos y se preparó para eso. “Yo creo que en la parte mental y la física, son en las dos que más trabajé desde que llegue acá. Además de saber manejar los ritmos de juego, me voy sintiendo más cómodo en ese aspecto. En los trabajos individuales, estoy buscando controlar mejor los tiempos, saber cuándo pasar y manejar bien la toma de decisiones. Lo bueno es que lo entreno en lo individual y en lo colectivo”, explicó.
Esta es su segunda temporada en LEB Plata con la filial del Barcelona, un elenco compuesto en su gran mayoría, por los baluartes jóvenes que aspiran meterse al primer equipo, pero que al mismo tiempo compiten en una liga profesional ante jugadores mayores. “Es duro, creo que más que nada por la experiencia de ciertos rivales, pero también estamos acá para eso, ganar madurez e ir conociendo lo que es el profesionalismo”, evaluó. Con sus tempranos 20 años, pero con seis de experiencia en torneos profesionales, Juani es uno de los más experimentados del plantel y debe asumir un rol de liderazgo. “Me gusta tomar más responsabilidades, es donde mejor me siento, así que muy tranquilo con eso y lo disfruto más que sufrirlo”, aceptó.
Tras cuatro temporadas en Peñarol, donde debutó oficialmente con tan sólo 15 años (fue el 16 de enero de 2016 frente a Argentino de Junín) y un excelente desempeño en el Mundial U19 de Grecia, Juani dio el salto a Europa para disputar la temporada 2019-20 de la LEB Plata y enfatizó en que “lo que busqué al venir acá fue entrenar en alto nivel para poder seguir mejorando, y la verdad que lo encontré. Son entrenamientos de mucho nivel, en cuanto a lo físico, táctico y técnico”, comentó.
Se asentó nada menos que en la estructura del Barcelona, uno de los mejores clubes del mundo. “Es algo top, lo que me sorprendió en un principio fueron los entrenamientos. Tener siete aros de básquet alrededor tuyo y muchos entrenadores, todos trabajando con distintos jugadores es algo que en Argentina no lo viví y noté la gran diferencia en eso”, analizó.
Con el ascenso sellado y el receso más que merecido, el talentoso conductor mira de reojo el futuro y detalló que “primero que nada el plan está en volver a mi casa, estar con la familia y poder disfrutar de los amigos que hace dos años que no veo. Y en cuanto a lo deportivo, hay que solucionar un par de cosas con la ciudadanía y ver que sale desde ahí”, cerró.
Marcos debe obtener la doble ciudadanía para así entrar en la consideración absoluta del entrenador Sarunas Jasikevicius y tener su posibilidad en el plantel principal del Barcelona, algo que le sucedió en esta temporada a su coterráneo, Leandro Bolmaro.