Finalmente, el juez de Familia y Violencia de Puerto Iguazú, Pedro Fragueiro, fue destituido por unanimidad por parte del Jurado de Enjuiciamiento a Magistrados y Funcionarios del Poder Judicial. Siete integrantes (ministros del Superior Tribunal, diputados y representantes de los abogados) sentaron un precedente valioso y trascendente para casos similares en materia de género y contra el abuso de poder.
La destitución impedirá que una figura tan cuestionada como la de Fragueiro (denunciado seis veces ante la Justicia penal, con cinco de esas presentaciones vinculadas a presunto abuso sexual) pueda volver a ser parte del sistema público gubernamental.
Pero no se hubiera podido llegar a esta instancia, paralela a la investigación penal, sin que el Poder Ejecutivo provincial hubiera rechazado la renuncia de Fragueiro, evitando seguir una “tradición” ante casos de graves acusaciones donde la salida “más elegante” para el señalado era renunciar.
Si el gobernador Oscar Herrera Ahuad no tomaba esa decisión política, difícilmente se disparaba el jury a Fragueiro y menos aún se le impedía volver al sistema.
Ayer fue un día muy importante para las instituciones, con el respeto al debido proceso, donde el ahora exjuez Fragueiro pudo defenderse a través de su abogada porque no tuvo el coraje de ir aunque sea un día a escuchar los cargos, los testimonios o la sentencia.
Este 31 de mayo será recordado como un día de ejercicio de derechos, de Justicia para quienes sufrieron el abuso del poder. Con un freno que servirá de advertencia para otros magistrados en la misma situación y de apoyo para quienes no se animan a hacer visibles sus casos.
Es de esperar que este sistema actúe del mismo modo con todos quienes se consideren víctimas. Y se sigan hasta las últimas instancias cada una de las denuncias. Sólo así, será Justicia.