Con la mirada puesta en un plan estratégico vitivinícola, que ponga de relieve el valor cultural y turístico que tiene la provincia de Misiones en ese aspecto, desde la Secretaría de Extensión de la UNaM y el Instituto Técnico Gentilini se están generando acciones para exhibirlo como un atractivo más de la tierra roja.
Nuestro interés desde la investigación es que la producción vitivinícola local no sólo está ligado a lo gastronómico, sino que tiene que ver con nuestra historia y paisaje, algo que contribuye a incrementar nuestros bienes”, dijo a PRIMERA EDICIÓN la investigadora y docente, Beatriz Rivero, experta en turismo patrimonial.
Por ese motivo, a fines de este mes tendrá lugar un conversatorio sobre el Vino de las Misiones que contará con la participación de profesionales interesados. La charla formará parte de un ciclo de conferencias denominadas “Ñeé de Turismo”, que coordina Claudia Wrobel. “Queremos que la comunidad se interese y se sensibilice más sobre la importancia de esta temática”, apuntó la experta.
Convengamos que la provincia no se encuentra dentro de la región considerada productora de vino, pero lo que se quiere recuperar es una tradición cultural existente en los pueblos jesuitas, que viene de la mano de figuras como el sacerdote Antonio Sepp y de quienes producían vino en las Misiones y producen vino a partir de su legado”.
Si bien la producción vitivinícola estuvo ligada en sus orígenes a la producción y uso medicinal aparte de la celebración de las misas y no con fines recreativos, por ejemplo. “Nos parece que desde ese pasado se pueden generar espacios de discusión sobre las posibilidades que se tienen aquí para producir vinos”, se explayó Rivero.
Mostrar 400 años de historia
Uno de los impulsores de la iniciativa, el sacerdote Agustín Borzi, experto conocedor del sector olivícola, hizo referencia a los 400 años de historia que acuna la provincia de Misiones al respecto de la producción de vinos.
“Con períodos activos como lo fue la época de las Misiones Jesuíticas, luego hay un impasse durante su expulsión y que se revitaliza con la llegada de los inmigrantes, quienes trajeron consigo todo el acervo de la producción alemana, ucraniana hasta quienes siguen hasta ahora algunas de las recetas”, fue su respuesta a la consulta de este Diario sobre la línea de tiempo histórica sobre el tema.
“Ha habido muchos intentos de dar relevancia a esta producción y la idea es reflotar la búsqueda de variedades. Algunas uvas que han sido introducidas ya tienen casi 200 años en Misiones y que se han adaptado bien, además de las variedades que ya estaban presentes durante la gestión jesuita”, sostuvo.
“Vamos a comenzar por ver el vino que se produce con esas variedades y la realidad que hay además de cómo lograr incrementar el turismo vitivinícola”, puntualizó Borzi. El sacerdote destacó las proyecciones en cuanto a la elaboración de una arquitectura de la selva con ese matiz de la producción de vinos.
“Sería agregar valor a lo que ya tenemos desde la Misiones y un poco observar la experiencia de Mendoza que sostenida con la tecnología del siglo XXI logró convertirse en uno de los lugares del mundo más visitado por sus bodegas”, destacó el religioso.
“Tenemos historia, tenemos turismo y hace falta aplicar tecnología para crear el producto completo y avanzar en este plan. Sobre esos aspectos girará el conversatorio”.
Cuenca de las Sierras Centrales
Más allá de que la tierra roja alberga en todo su territorio a emprendedores de producción de vino, la elaboración de vino casero tiene una suerte de circuito en la zona de sierras. De hecho el INTA inició una experiencia de bodega en Cerro Azul que ahora está discontinuada, pero hay pequeños emprendedores en Concepción de la Sierra, Alem, Cainguás.
“Es todo un sector que suma selva y paisaje”, finalizó el hombre.
Hacia una nueva experiencia turística
Los invitados al conversatorio tienen diversas procedencias, desde ingenieros del INTA, productores de Hidromiel.
“Entre todos vamos a debatir sobre las posibilidades que puede ofrecer la provincia de Misiones para generar productos innovadores, por eso la fusión de turismo, tecnología y patrimonio. Será diferente, tal vez, al vino de Mendoza y ese es el debate, si es posible generar una denominación de origen de la provincia”, analizó Beatriz Rivero.
En la lista de especialistas invitados también se encuentran los expertos del Grupo INTA de Mendoza y Luján.
Indicó Rivero: “Tal como se está generando todo este tipo de productos turísticos, el Continente también es muy importante. No sólo se trata de tener el vino en sí, sino las bodegas que hoy en día son atractivos junto con las actividades que se ofrecen a partir de ella completan lo que llamamos experiencia turística”.
La charla está prevista para el 28 de junio próximo y depende mayormente de la agenda que se maneja desde el programa “Ñeé Turismo”.
Otra invitada es la experta especializada en la arquitectura vitivinícola, para brindar algunas de sus reflexiones sobre las posibilidades de una futura arquitectura con ese fin en la selva misionera.
Potencial técnico
“La reflexión desde la historia y de otras culturas, de la mano de la investigadora Natalia Wrobel para entender a los universales presentes en diversas épocas. Vamos a rescatar trabajos y monografías finales sobre el turismo vitivinícola en Misiones”, se explayó Rivero.
“Vamos a intentar reflejar lo interesante del tema y sus posibilidades”, remarcó.
“Hay potencial tecnológico, técnico de la producción, porque en Misiones siempre se produjo vino, la cuestión es técnica en cuanto a la producción de las uvas. Lo interesante es reunir todos esos valores y enmarcarlos en la enorme promesa de un turismo cultural que también poseemos en la provincia”, resaltó por último.