Para algunas personas no es realista desconectar de las redes y las pantallas ni siquiera durante unas horas. Si ese es tu caso sí puedes al menos hacer una buena limpieza. Identifica las cuentas o personas a quienes sigues y cuyos mensajes sabes que no te sientan bien. Silencia, elimina o deja de seguirlas.
Luego de esa ardua tarea de limpieza necesitarás descansar. Por una vez utiliza este día para dedicarte sencillamente a no hacer nada. La mente necesita espacios de descanso para activar la creatividad, así que ¿por qué no dedicar un día entero al reposo?
Regálate una jornada de relax con un buen baño y un sueño reparador.
Durante la jornada de hoy no hagas nada pesado ni que implique ningún esfuerzo. Regálate una pequeña siesta después de la comida y por la noche convierte tu dormitorio en un santuario. Date un buen baño relajante, toma la infusión que te guste y prepárate para una buena noche de sueño.
Otro hábito que ayuda a desintoxicarnos es eliminar la función de repetición. La mente tiende a recrear una y otra vez ciertos momentos, a menudo los más dolorosos. Un comportamiento completamente inútil porque lo único que consigue es traer al presente un sufrimiento del pasado.
Durante el día, la propuesta es darse cuenta de la cantidad de veces que hacemos esto. Cuando nos atrapemos a nosotros mismos en un bucle repetitivo puede ser útil observarlo y a continuación buscar anclas que nos devuelvan al momento presente.
Busca algo que puedas ver, algo que puedas oler, algo que puedas tocar, algo que puedas degustar, un sonido que estés escuchando y centra toda tu atención en ello.
Sé tu mejor versión.
Practica el amor, el perdón, la gratitud, la confianza. Que todo aquello que des al mundo sea un acto de amor.
¡Hasta la próxima!