Muchas veces nos sentimos perdidos, no encontramos nuestro camino y como si fuera peor tampoco tenemos ganas de ponernos en movimiento, accionar, en esos casos es recomendable hacer silencio, mirar hacia adentro, lo que implica volver a reconectarnos con nuestro ser.
Todas las preguntas que te haces ya tienen su respuesta y en tu silencio interior escuchas sus respuestas, sólo que a veces no queremos hacernos cargo o en la comodidad preferimos que nos digan las respuestas.
Desde la Cromoterapia hay un color que nos ayuda a enfocarnos, tiene la particularidad de estimularlos y hacernos volver a “nuestro camino”.
Es el amarillo, el color más racional de todos trabaja con el hemisferio izquierdo del cerebro donde la razón reside. Otras de las características de este color es el movimiento, cuando menos ganas de hacer cosas tenemos de hacer algo, al margen del motivo (depresión, desidia, etc.), es cuando más necesitamos usar este color de la forma que más nos resulte, a través de meditación, visualización, respirando este color o también tenerlo a mano en la ropa que usamos o en detalles como los accesorios.
La energía del amarillo nos ayuda profundamente a encontrarnos y a revelar nuestro verdadero ser, sacando afuera vergüenzas y timidez. Vibrar en amarillo es brillar con nuestro propio sol. ¿Con cuánta luz estás iluminando tu camino?