Cuando tenía 8 años ya había comenzado su carrera de bailarina con Mariana Lagable, “no hubo un solo día que no haya ido (sólo si estaba enferma), en ese tiempo no existían para mí cumpleaños, fiestas, nada, sólo cumplía con mi trabajo y mis obligaciones desde muy chiquita”, recuerda con cariño Lucrecia Lorena Silvero.
Esa niñita creció bailando, viajando y participando en certámenes y workshops hasta que un día llegó el amor, formó una familia y dejó todo para criar a sus hijos. Como su esposo es jugador de fútbol, Franco Cabrera, ella muy “botinera” se dedica de lleno a Valentina, Suhien y Bastian: “dejé todo y me dediqué a mi familia”.
Años de oro
Entre las tantas satisfacciones que le dio la danza Lorena recuerda que “se realizó un certamen, justo el año en que tenía mi viaje de egresados y tuve que elegir, sin dudarlo viajé al concurso a Montevideo, Uruguay, con el ballet. Fue muy lindo ya que obtuvimos importantes premios, todos fueron en 2do y 1er lugar. Una alegría inmensa. Fue mi primer viaje sola, lejos de mi familia”.
En 1997 participó del workshop en Buenos Aires con el maestro Raúl Candal, Carlos Gacio (director de la Ópera de Vienna).
Además, tomó clases con Olga Ferri, Sara Rzeszotko y Cecilia Kerche. “Me presenté en diferentes concursos dentro y fuera de la provincia y los premios fueron en segundo y primer lugar”.
El período 1998/1999 también fue de mucho baile, “desde la escuela de danzas que integraba, de Mariana Lagable, siempre teníamos invitaciones para diferentes concursos y nos presentábamos en la gran mayoría”.
“Fuimos representando a Misiones a la Fiesta Nacional del Tango, que fue concretada en virtud de una invitación de la Asociación Arte y Cultura de la Nación que se realizó en el Teatro Cervantes”.
La pasión regresa
A medida que pasaban los años, Lorena sentía la falta del baile, hizo algunas incursiones pero por el trabajo de su esposo tuvo que viajar y luego de un tiempo regresan a Posadas.
En 2018 volvió a trabajar con Mariana (Lagable) y a la par lo hace también con Milagros Machado en su estudio de Itaembé Miní: “preparé un hermoso grupo para el Universal Dance y las presenté, jamás me imaginé que iban a clasificar para el Latinoamericano que se realizaba en Córdoba y con ventas de todo: empanadas, pastelitos, alfajores, organizando un té bingo, todo a pulmón, así pudimos viajar, y mis alumnas ganaron el premio mayor que era ir al Mundial en México, donde por temas económicos no se pudo dar, pero a Misiones la dejamos bien en alto”.
Pandemia con éxito
La bailarina reconoció que el 2020 fue un año difícil, “un golpe duro para los que trabajamos en la cultura, en el arte. No poder trabajar se complicaba mucho”.
“De todas maneras seguí adelante, me contacté con grandes maestros del ballet como Myriam Barroso, Eleonora Cassano, Paloma Herrera, Marianela Nuñez, Alejandro Patente, Maximiliano Guerra y Julio Bocca”.
“Un día en ese aislamiento, mi cabeza volaba a mil, investigué y di con los contactos de cada uno. Organicé una Máster class de manera virtual, y así a estos maestros les interesó el proyecto de dictar clases y que el alumno reciba desde su casa un perfeccionamiento, nos tuvimos que amigar todos con la tecnología, fue increíble, muy placentero estar y aprender de estos grandes de la danza y trabajar sin parar” y no se detiene.
Ser feliz bailando
Lorena recuerda que:
En 2000: se realizó el IV Concurso Internacional de Ballet del MERCOSUR y estuve junto a mis compañeras dentro de las 10 mejores del país y tuvimos las felicitaciones desde el Senado de la Nación. Fue un orgullo enorme.
2001: participó en Danzamérica, realizado en Córdoba, uno de los concursos más importantes de la Argentina, “de los cuales obtuvimos hermosos resultados, 2do y 3er puesto”.
2002/2003: Incorporé otros estilos de bailes, street dance a cargo de Tiki Vangelis, Hip Hop y Axe, participando en diferentes eventos en Posadas y del país vecino Paraguay. Formé parte del primer ballet que formó Laura de Aira y hoy es el ballet del Centro del Conocimiento.
“También estuve ligada a los carnavales posadeños, fui imagen en su momento y bailé en los carnavales encarnacenos para Brahma”.