Joaquín tiene 17 años, es hijo de una paciente que me cuenta su preocupación por los dolores de cabeza de su hijo y se suman situaciones de mareos. En una charla como madres, compartíamos sobre lo difícil que nos resulta hacer entender sobre el cuidado de la alimentación, sueño y descanso a nuestros hijos.
Si bien es difícil siempre hay que insistir, porque es importante controlarnos con el uso del celular en la mesa, cuando tenemos un momento para estar en familia y a la hora de acostarnos. La columna sufre cambios marcados por el peso que ejerce la cabeza en mala posición y los músculos que la sostienen se tensan.Hoy se conoce como síndrome “Teck Neck”.
Particularmente el de Joaquín es un típico caso donde sus análisis de laboratorio y demás estudios están muy bien, las radiografías no tenían marcada zona de contracturas cervicales que producían la pérdida de la curvatura normal de la columna cervical.
El esfuerzo de sostener la cabeza baja provoca dolor y rigidez de cuello, produciendo una continua zona de tensión que provoca la disminución de los espacios intervertebrales, de esta manera la tensión muscular del cuello también tensa los músculos de hombros y cervicales.
Además la presión continua y falta de la adecuada irrigación cerebral en ciertos movimientos producen mareos posturales, cefaleas y dolor de la musculatura que rodea al cráneo. Los especialistas explican que pueden producir lesiones mayores a largo plazo porque además, en los discos que amortiguan las vértebras del cuello se provocan micro rupturas y compresión de raíces nerviosas, que también derivan en trastornos terminales nerviosas, circlatrias y artrósicas.
Pero ¿qué podemos hacer para prevenir mayores complicaciones?
Lo más adecuado siempre es el ejemplo y sumar algunas medidas como, disminuir uso continuo del celular, sugerir ligarlo a la computadora para ver y sentarse mejor.
Elevar la computadora a la altura de los ojos, para mantener el cuello en posición recta al leer.
Hacer pausas, ya sea para los ojos o para las cervicales.
Reducir el uso de los teléfonos cuando caminamos o vamos a la cama.
Tratar de limitar al máximo el celular para leer largos textos, recurrir a la computadora para disminuir la presión de músculos oculares. Hacer pausas para mover suavemente la cabeza de un lado a otro, arriba y abajo, para relajar la musculatura y devolver la movilidad al cuello. Tratar de estirarnos lo más posible.
Hay que efectuar, cada cierto tiempo, ejercicios de relajación ocular. Evitar dormir con el celular al lado.
Dentro de las pautas curativas cuando está instalado el dolor relajar al máximo y para esto sirven los masajes descontracturantes. Y consultar con el médico de confianza.
Cuidarnos es aprender a valorar los detalles del movernos, mirar, interactuar y tomarnos esos minutos vitales para escuchar el cuerpo. ¿Qué necesita mi cuerpo? ¿Por qué me duele la cabeza? ¿Por qué no concilio el sueño? Feliz y bendecido domingo.