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En poco más de un mes se cumplirán dos años de una masacre que acabó con la vida de una madre y sus dos hijos. Raquel Pereira (22), Yeferson Aníbal Pereira (8) y Thiago Joaquín Burgin Pereira (3), fueron asesinados a machetazos por la pareja de la joven. Silvio Mogarte (29), intentó suicidarse después de haberlos matado pero no lo logró. Ahora está más cerca de ser juzgado por ese triple crimen.
Según pudo saber PRIMERA EDICIÓN, sólo resta una última pericia para que se cierre el expediente. Esta práctica que falta realizarse radica en un análisis de una prótesis dental que se cree pertenece al acusado, la cual fue encontrada cerca del lugar del hecho. De coincidir como pieza dentaria en la cavidad bucal de Mogarte, podría confirmar lo que ya se presume, que no hubo otro involucrado en el hecho.
La importancia de esta medida identificatoria radica en que según la investigación, el acusado se disparó en la boca luego de matar a los tres. Es por ello que se cree que esa pieza dental voló luego de la lesión que se autoinflingió el femicida y es la misma que fue hallada por personal de la policía Científica. En los próximos días el Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente tendrá en su poder esta pericia, que sería la culminante para la investigación del caso. A fines de junio de 2020, Gerardo Casco, titular de esa sede judicial imputó a Mogarte por el delito de “femicidio” y “doble femicidio vinculado”, esto es, por haber matado además a los hijos de su pareja.
Luego que fuera detenido, pasó 21 días internado en el Hospital Madariaga. Tras permanecer varios meses en una celda de la comisaría de San Vicente dispusieron su traslado a la Unidad Penal VII de Puerto Rico.
Según reza el expediente, luego del ataque, Silvio Mogarte se efectuó un disparo con un rifle modificado calibre 22 que le rompió la mandíbula. Como no llegó a quitarse la vida se produjo un corte de 20 centímetros con un cuchillo tramontina pero tampoco logró su cometido. Caminó hacia la chacra de un vecino. Este lo vio ensangrentado y le pidió que no se acercara porque no sabía cuáles eran sus intenciones. Después lo subió a su camioneta y en el camino le avisó a un vecino que llevaba a un herido hasta la comisaría de Colonia Terciado Paraíso. De ahí lo llevaron al Hospital de San Pedro, al Samic de Eldorado y por último hasta Posadas.
Apenas minutos después la policía se dirigió a la zona donde había indicado el vecino que había prestado auxilio y hallaron los cadáveres de la madre y las criaturas.
Raquel y sus hijos convivieron 45 días con Mogarte. Ella decidió alejarse porque no había buena relación entre él y su hijo de ocho años. Con ayuda de familiares levantó la casa cerca de la de sus abuelos. Hacia allí se dirigió el asesino que horas antes le había dicho a su suegro: “Me voy porque tengo que ver a una mujer y si no me abre la puerta voy a entrar por la ventana”.
Prótesis dental
Luego de atacar a Raquel y sus hijos, Silvio Mogarte se disparó en la boca con un rifle pero no perdió la vida, sólo se le cayó una prótesis dental. El cotejo de la dentadura hallada en la escena del crimen con la boca del acusado, será determinante.