
Hace varias semanas que PRIMERA EDICIÓN contó que vecinos de la zona aledaña al barrio privado Puerto Laurel se vienen quejando de los ruidos molestos que se producen el lugar, ocasionados por festejos casi todos los fines de semana.
Ayer lunes, los mismos habitantes de los alrededores de la avenida Urquiza, contaron a este Diario el intento para que sea la propia Policía de Misiones la que intervenga, debido a la presencia de más gente de la autorizada en los protocolos oficiales; y de la Municipalidad de Posadas por los ruidos molestos.
Sin embargo, no consiguieron que ninguno de los organismos llegue al menos para verificar lo que se denunciaba.
Al decir de los vecinos, así como ellos deben pasar toda la noche sin poder dormir por el volumen de la música y autos que desfilan por el country posadeño (algunos a alta velocidad), no entienden cómo en un destacamento policial que se encuentra a pocos metros no ven ni escuchan la realización de eventos con decenas de personas.
“Al parecer, si la denuncia es sobre una casa de un vecino en un barrio humilde, las autoridades no se hacen esperar. Sin embargo, como en Puerto Laurel vive gente con mucho dinero e influencias, no se hace nada. Pareciera que en Posadas también se actúa según el estatus social de los infractores. Para la mayoría de los vecinos exigen reglas sanitarias y protocolos, pero a la gente con poder adquisitivo o político las normas de la pandemia no los alcanza”, sostuvo muy molesta una vecina que dijo tener a personas adultas mayores a su cargo que se están viendo muy afectadas por lo que ocurre en Puerto Laurel.