
“Antes del partido mirábamos las encuestas y daban un 70% ganador a Boca y un 30% a San Lorenzo. Creo que eso nos dio fuerzas para salir a la cancha y comernos todo”, le dijo Cecilia López a EL DEPOR, todavía feliz por la consagración de Las Santitas en el Torneo Apertura Femenino de Primera División, tras empatar 1-1 en la final durante el tiempo reglamentario y vencer por penales a las campeonas defensoras, Boca Juniors.
Un día después de la consagración, la jugadora posadeña habló con EL DEPORTIVO sobre el primer título de San Lorenzo en la etapa profesional y el segundo en su cuenta personal, qué le dijo a Yamila Rodríguez pospenales y el gran objetivo del año: la Copa Libertadores.
Ceci, ¿qué sensaciones tenés en este momento, horas después de salir campeonas?
Fue algo histórico, es algo único lo que logramos y, sinceramente, lo soñábamos. Todavía no caigo que salí campeona, creo que cuando me reciba mi familia recién voy a caer (NdR: llegó ayer a Posadas para pasar sus vacaciones). Todo esto que estamos viviendo es algo único que no sé ni cómo explicar. Estuvimos festejando con las chicas de la pensión. Yo hace ya ocho años que estoy en San Lorenzo y este es mi segundo título en el club, después del que conseguimos en 2015. Pero ahora salimos campeonas invictas y es el primero en la etapa profesional. Es algo único.
¿Cómo lo vivieron en la previa?
Nadie confiaba en nosotras. Veíamos las encuentas y era un 70% ganador Boca y un 30%, San Lorenzo. Y veníamos con una garra, creo que ver eso nos dio pie para que salgamos a la cancha a comernos todo.
¿Qué análisis hacés del partido?
Jugamos un primer tiempo muy malo. Boca metía 2 o 3 pelotas adentro del área y eran gol. Tuvimos suerte de que se fueran afuera…
¿Fue esa “suerte de campeón”?
Sí, fue la suerte de campeón que todas las pelotas se iban afuera. En el entretiempo hablamos en el vestuario y nos preguntamos si queríamos salir campeonas o salir llorando. Y creo que a raíz de eso entramos a la cancha con los dientes apretados. Pudimos empatarlo e ir hasta los penales, que es una cuestión de suerte. Yo los penales no los tiro ni los miro, no puedo mirar.

¿No miraste ningún penal?
No, no estaba mirando. Cuando erró Yamila (NdR: Rodríguez, misionera jugadora de Boca), una compañera me dijo que había errado y yo dije “listo”. Iba Karen Puentes a patear el último y yo le dije “anda a hacer el gol y te vamos a saltar todas” y así fue. No podíamos creer todo lo que vivimos, lo que se nos dio. Es una época difícil a nivel institucional para San Lorenzo y esto es una caricia y también es para que nos den más atención porque si bien ahora el fútbol femenino es profesional, todos sabemos que no es 100% profesional.
¿Pudiste hablar con Yamila después del partido?
Durante el partido me tocó marcarla y Yamila Rodríguez es un tanque. De hecho nos hizo el gol del empate en el 1-1 en la etapa clasificatoria. Hablamos antes, le mandé mensaje y le deseé éxitos y que, pasara lo que pasara, quería una foto con ella después del partido. También le dije que no se pinte más el pelo porque se iba a quedar pelada (risas). Pero después no se dio, yo fui a buscar la medalla y ella se fue al vestuario y estaba mal. Yo quería ir a abrazarla, porque nos conocemos desde muy chiquitas y yo siento el dolor que ella siente porque a mí también me tocó perder. Lo único que pude decirle en un momento que nos cruzamos fue que levante la cabeza. Yo la conozco y sé que ella está más dolida por haber errado el penal que por haber perdido. Cuando llegue a Posadas le voy a mandar un mensaje para juntarnos, tengo la mejor con Yami.
¿Fue una revancha? Boca las dejó afuera en semis del torneo pasado…
Sí y nos había quedado ese sabor amargo. Pero el fútbol da revancha. Jugamos contra ellas en la etapa clasificatoria y fue 1-1, ya sabíamos cómo jugaba Boca, a qué jugaba y le agarramos la mano. Pero Boca no deja de sorprender, tiene un gran equipo y no podés confiarte.
¿En qué momento del torneo se sintieron campeonas?
Cuando jugamos contra la UAI Urquiza en semis, que ganamos 1-0 con un gol de penal en los últimos minutos… no me olvido más que después del gol se vino una contra y la pelota le pegó en la cara a la arquera y no entró. Fue un rebote y la pelota se fue para afuera y terminó el partido. Yo dije “listo”. En ese momento sentí que podíamos ser campeonas.
Como campeonas clasificaron a la próxima Copa Libertadores…
Sí, va a ser mi primera Libertadores con el equipo de fútbol de campo de San Lorenzo. Ese era un objetivo, la meta. Nos pusimos como objetivo clasificar a la Libertadores pero para eso había que salir campeonas, y para salir campeonas teníamos que ganar los partidos y para eso teníamos que entrenar. Fue todo paso a paso y ahora estamos acá. De eso hablaba con las chicas, de las veces que veíamos al otro equipo festejar y ahora somos nosotras. Sabemos todo lo que se hizo para llegar adonde llegamos. La peleamos todos los días y la verdad que se nos dio. Fue un año difícil para nosotras que estamos en el club. Para mí San Lorenzo es una familia, si le falta algo es como que le faltara algo a mi hermano. Siento que nos hicimos más fuertes por toda la situación que estaba atravesando el club.
¿A quién se lo dedicás, Ceci?
A mi familia, que siempre me bancó y siempre estuvo en todas las cosas que pasé. También a los amigos del barrio, a mis vecinos que cuando salgo en el diario lo recortan para llevarlo a mis papás y siempre me preguntan por dónde pasan los partidos. Se lo dedico a toda la gente que siempre estuvo conmigo.