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El presidente del Mercado Central, Jorge Brignole, a través del abogado Pedro Brignole (su hermano) presentó un pedido en la Justicia laboral para quitarle los fueros a dos delegados gremiales de ATE. No conforme con ello le aplicó un castigo suspendiendo y descontando diez días de sueldo a otros dos trabajadores por haber adherido a un paro realizado hace tres semanas, que nunca fue declarado ilegal por el Ministerio de Trabajo.
El enfrentamiento entre Brignole y el gremio comenzó por los pedidos gremiales de un baño, ropa de trabajo, elementos de higiene y sanitización, y mejoras salariales. Una vez lograron que se comprometa pero nunca cumplió.
Derrotero de pedidos
A principio de 2020, con el inicio de la pandemia y la incertidumbre sobre la cuestión sanitaria, los trabajadores convocaron a una asamblea y manifestaron su preocupación ante la falta de elementos de higiene y seguridad (alcohol, guantes y barbijos) teniendo en cuenta que ingresan camiones provenientes de Brasil y Bolivia. Se realizó una nota de pedido de audiencia pero el Presidente nunca respondió.
“Personalmente lo busqué en su emprendimiento personal, luego de eso fuimos recibidos y aparecieron algunos elementos, se comprometió a comprar la ropa para los trabajadores, fijarse la correcta liquidación de haberes, que ya era un problema, también se le pidió la instalación de baños y se denunciaron hechos de violencia con una compañera”, explicó la secretaria adjunta de ATE, Miriam López a PRIMERA EDICIÓN.
“Nunca nos volvió a recibir y tampoco cumplió con lo prometido, argumentaba que por la pandemia no lo podía hacer, aunque participó activamente en la campaña política y no dejó de atender su emprendimiento personal”, agregó.
Luego de varios intentos de recuperar el diálogo por distintos medios, se resolvió llevar adelante medidas de fuerza, previa notificación al Ministerio de Trabajo. “Resolvimos liberar la casilla donde se cobra el peaje a los ciudadanos que entran a comprar y a vender, las tarifas varían desde una camioneta que hoy abona $400”, explicó.
El motivo de esta decisión fue la falta de respuesta y gestión de parte de la patronal. Los trabajadores exigen un baño “porque hacen sus necesidades en los alrededores y ese líquido corre entre los productos que se comercializan ahí, poniendo en riesgo a la población en general, por los reservorios de dengue que existen, la falta de limpieza porque no reciben insumos” remarcó López.
Desde el gremio explicaron que con respecto a lo salarial, no hay reglas claras: “para algunas cosas les alcanza la ley 1.556 Estatuto de la Administración Pública, pero a la vez no están escalafonados, no tienen categorías, por lo tanto no les tocan los aumentos obtenidos por el resto de los estatales, se les descuenta ante una falta, el presentismo y el día, arbitrariamente”.
Además, los últimos aumentos otorgados por el Gobierno provincial no los recibieron automáticamente, fue recién después de gestiones gremiales en el Ministerio de Hacienda. Además sufren cambios de horarios y tareas sin explicaciones.
Represalias
El apoderado Pedro Brignole presentó un pedido de desafuero de los dos delegados ante el Juzgado Laboral N°3 a cargo de la Elisa Correa. Otros dos sufrieron descuentos. El escribano Walter Garro sólo constató el paro pero no las condiciones de trabajo.