
Este domingo (25 de julio) caminaba con mi nieto de 3 años por el cuarto tramo cerca de la avenida Mitre y dos perros sueltos (uno blanco y otro marrón claro con ropa de abrigo ambos, lo cual hace pensar que eran de la zona), se abalanzaron sobre una pareja de adultos mayores que atinaron a resguardar sus manos de las mordidas.
Lograron salir del lugar gracias a la intervención de dos jóvenes que jugaban fútbol y ahuyentaron a los perros.
¿Qué hubiera pasado si la pareja caía, se fracturaba, terminaban mordidos de no ser por sus eventuales socorristas? No había ningún control municipal, a pesar de ser el principal paseo de los posadeños.
Si los perros tenían dueños, no los salieron a buscar.
Triste realidad de quienes buscan recrearse y se encuentran con un ataque de estas características.
Mario González Posadas (Misiones)