Argentina es uno de los países de la región con mayor carga horaria laboral: 48 horas semanales. En base a la Ley 11.544, el trabajo “no podrá exceder de ocho horas diarias o cuarenta y ocho horas semanales para toda persona ocupada por cuenta ajena en explotaciones públicas o privadas”.
Cecilia Todesca Bocco, actual vicejefa de Gabinete de Ministros de la Nación, se refirió esta semana a la posibilidad de reducir la jornada laboral en Argentina. “Es un debate válido que no sólo se da en la Argentina sino en varios lugares del mundo. Los mercados de trabajo han ido cambiado en las últimas décadas”, explicó Todesca en declaraciones con Radio 10.
“En Argentina tenemos un mercado de trabajo dual: hay un conjunto de trabajadores en relación de dependencia y otros que no tienen derechos y se manejan en la informalidad. Me parece interesante estudiarlo a fondo”, agregó.
Actualmente existen dos proyectos de ley en el Congreso que se encuentran en estado parlamentario. Ambos proyectos son impulsados por el oficialismo.
Debate
El primer proyecto es de Claudia Ormaechea, diputada del Frente de Todos y dirigente de la Asociación Bancaria que propone una jornada laboral de un máximo de 6 horas por día y un tope de 36 horas semanales.
El segundo proyecto fue presentado por Hugo Yasky, diputado sindical del Frente de Todos, quien propone una semana laboral de cuatro días.
El ministro Claudio Moroni tampoco descartó la posibilidad de que la jornada laboral sea un debate en la Argentina: “Como tenemos una capacidad limitada de generación de empleo, uno de los modos de permitir mayor inclusión es la reducción de la jornada”, aseguró.
Puso como ejemplo lo definido en Córdoba, donde tras el cierre de una gran tienda, los trabajadores de los otros supermercados dejaron de hacer horas extras y así pudieron incorporarse los despedidos. Sin embargo, aclaró que la Argentina tiene “situaciones heterogéneas”, por lo que habrá que analizarlo por sectores.
¿Cuánto tiempo se trabaja en otros países?
Islandia
El caso más exitoso es el de Islandia, donde se realizó un experimento entre 2015 y 2019 en el que se redujo la semana laboral a cuatro días.
El estudio demostró que la productividad no sólo se mantuvo, sino que, en algunos casos, mejoró.
Según un trabajo del Ayuntamiento de Reykjavik, la reducción en la carga laboral ha hecho que los trabajadores encuentren un mejor balance entre su vida personal y su trabajo.
El evidente éxito del experimento islandés abrirá las puertas para que los trabajadores de Islandia puedan acceder a un contrato de trabajo por el mismo sueldo y menos horas.
Los sindicatos ya han negociado nuevos patrones de trabajo, y ahora el 86% de la fuerza laboral islandesa ya ha decidido trabajar menos horas por el mismo sueldo, o pronto tendrá el derecho a hacerlo.
Japón
El experimento lo realizó la empresa Microsoft Japón, que probó durante un mes su Proyecto de Reforma de Trabajo con 2.600 empleados, sin disminución de sueldo.
Según los datos recogidos por el Sora News 24, la productividad de ese mes aumentó un 39,9%.
La empresa también ahorró un 23,1% en electricidad, un 58,7% en tinta de impresora y papel y un 25,4% relacionado con los días libres que pedían antes los empleados.
Nueva Zelanda
El Gobierno de Jacinda Ardern propuso la semana laboral de cuatro días como medio para reactivar la economía tras el freno en la actividad por la pandemia.
Una de las primeras empresas en probar el modelo fue Unilever, en donde, según la empresa, “los empleados mantendrán sus salarios al 100% mientras trabajan el 80% del tiempo”.
Dado el éxito del experimento, Ardern pidió que ambas partes -empresa y empleado- piensen sobre el posible beneficio de una jornada de cuatro días y “si eso es algo que funcionaría para su lugar de trabajo, porque ciertamente ayudaría al turismo en todo el país”.
La organización neozelandesa “4 day week” dijo a la BBC Mundo: “Todos los negocios con los que hablamos reportan un aumento de la productividad”.
Estados Unidos
La cadena de comida rápida Shake Shack, comenzó a experimentar con la jornada de 4 días en algunas de sus sedes de Las Vegas en marzo 2020.
Una de las ideas principales era atraer, retener y encontrar “empleados de alta calidad”, ya que “nunca antes había sido tan difícil encontrarlos”, según su CEO, Randy Garutti. Obtuvieron resultados sorprendentemente buenos.
La empresa de software de gestión de proyectos, Basecamp, también implementó el modelo, aunque sólo lo aplica durante los meses de verano. El CEO, Jason Fried sostiene que durante este período la productividad de sus trabajadores se incrementa de forma notable.
España
A comienzos del 2021, Pedro Sánchez, presidente español, anunció un plan para establecer la semana laboral de cuatro días y destinar 50 millones de euros a empresas en su adaptación a este nuevo modelo.
Desde el partido Más País, que es el principal impulsor del proyecto, se insiste en que esta innovación contribuiría a aumentar la productividad, reduciría el ausentismo e impulsaría el bienestar de la población.
Sin embargo, el plan fue perdiendo apoyo y empezó a ser cuestionado durante los meses que le siguieron al anuncio.
En base a lo que indica el informe sobre flexibilidad y competitividad empresarial realizado por Adecco y Cuatrecasas, sólo el 14% de las empresas españolas ven viable la posibilidad de reducir la jornada laboral a 4 días y los sueldos serían más bajos.