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La de ayer no fue una tarde más en el Club Río Paraná. Reconocida por sus competidores de élite, esta vez la entidad de la bahía El Brete albergó una movida diferente. Las Azaleas Rosas dijeron presente para llevar adelante su mensaje de concientización contra el cáncer de mama. Y lo hicieron de manera muy particular: inauguraron el bote dragón del club, con capacidad para ¡¡¡doce personas!!!
La iniciativa fue de los dueños de casa y del San Ignacio Kayak, donde las chicas palean todas las semanas tanto para prevenir como para concientizar. Y esta vez se mudaron a la capital y asombraron a todos los que circulaban ayer por la avenida costanera posadeña.
“Ellas tienen como objetivo adquirir uno de estos botes para remar allá en San Ignacio. Hoy asistieron once chicas y dos médicas aquí de Posadas, que también se dieron el gusto de palear. Y el bote permite todo esto porque es totalmente estable e inclusivo”, explicó a EL DEPOR el presi del Club Río Paraná, Adrián Palamarchuk, quien además fue quien fabricó el bote dragón. Sí, sí, porque el bote dragón, único en su estilo en el país, está hecho por manos misioneras.
La mencionada embarcación nació como una especialidad deportiva en China hace más de 2 mil años. Y se extendió a todo el mundo, pero fueron las remeras rosas, un grupo a nivel mundial que inició con la concientización a través del deporte, quien instaló el formato en los cinco continentes.
Y Misiones no se quedó afuera. Las Azaleas Rosas inauguraron ayer un bote con capacidad para doce personas, diez remando, un timonel y un “capitán” por delante que va marcando el ritmo. “Tiene ocho metros de eslora (largo), 1.45 de manga (ancho) y 0.50 de puntal (alto). Es una versión única en Argentina y es íntegramente construido acá. Sé que hay uno en Tigre y otro en el Sur, pero fueron adquiridos en el exterior”, contó Palamarchuk, con orgullo.
Es que el bote dragón que ayer recorrió El Brete y el río Paraná nació en el astillero que Palamarchuk dirige, en el barrio San Marcos, hacia el sur de la ciudad. “Años atrás hice la matriz y salió este modelo. No hay matrices en la Argentina, no se comercializan. Por eso es único. Y ahora está teniendo repercusión, al punto que ya recibí llamadas de varios puntos del país con interés de compra”, explicó Adrián, quien agregó que “se trata de una versión básica que apuesta justamente al desarrollo del canotaje, a la inclusión”.
“Está hecho íntegramente en Misiones y no tiene secretos. Es de fibra de vidrio y plástico reforzado. Se lo construye capa por capa. Es un orgullo y, más todavía, ante el uso que le dieron las chicas”, sintetizó Palamarchuk, padre de una criatura que ya pertenece al río.