El día 11 de agosto de 1945 se formó la comisión de fomento de Ruiz de Montoya, la cual fue presidida por Eduardo Piaggio y funcionó en el local de la escuela provincial 215 de Cuña Pirú.
Así se consideraba que nacía de manera oficial esta localidad hasta hace dos años, cuando una reparación histórica llevó la fecha fundacional al mismo día de 1919, cuando la zona, tras la venta de tierras que realizó la Compañía Colonizadora Alto Parana Culmey y Cía, comenzó a ser ocupada por pobladores de origen alemán, brasileño y suizo.
Así, este domingo cumple 105 años de existencia la ciudad que lleva el nombre del sacerdote jesuita Antonio Ruiz de Montoya, en honor a su gran labor y misión por estos lares.

Algunos apellidos que se recuerdan de los comienzos son Theler, Werlen, Nobs, Jungblut, Vogt, Reis, Simsen, Thomas, Hack, Muller, Frohelich Bernandy, Amann, Krein, Krumkamp, Katz, Zeiter, Franzen Orteilado, Alvarez, Alvez, Viera, Mang, Graef, Pfeifer y muchos otros que dejaron su huella en estas tierras.
Vale resaltar que, además de las primeras familias que se asentaron en la zona llegadas de distintos puntos de Brasil y Europa, también en la zona ya estaban afincadas poblaciones de mbya guaraníes.

Sobre el final de la década de 1930, y debido a la escasez de trabajo enmarcada en la crisis de Europa, llegó un contingente de inmigrantes suizos al municipio y se asienta en la zona llamada Línea Cuchilla, donde cuentan los inmigrantes que llevó ese nombre porque divisaban una línea, que en realidad era el único camino existente, la ruta Provincial 223, que iba rumbo a las cuchillas, que son las sierras típicas del paisaje misionero, a unos 5 kilómetros de distancia del primer asentamiento en línea con el Cuña Pirú.
Así, Línea Cuchilla pasó a ser cabecera del municipio que luego tomaría el nombre de “Ruiz de Montoya”, en homenaje al religioso jesuita nacido en Lima (Perú) en 1538, hijo de padres españoles, quien llegó a ser superior de todas la misiones jesuíticas de la región situadas entre los ríos Paraná, Uruguay y Tape y que falleció en 1652.

Ya en 1937 se fundó la Sociedad Helvecia Línea Cuchilla y Oro Verde, que funcionaba en un edificio pequeño de madera, que muchos años más adelante se convirtió en lo que hoy es el “Club Suizo”, con el fin de atender las necesidades sociales, culturales, religiosas y recreativas de las familias asentadas en la zona.
Cuando llegaron los primeros inmigrantes no existía nada, solo un camino y monte, no existía ningún tipo de servicios como ser: salud, educación, seguridad, infraestructura, culto, comunicación.

Varias instituciones fueron dando forma a este pujante poblado, como la Cooperativa Agrícola Limitada; la Asociación Helvecia Línea Cuchilla; la Escuela 300; la Iglesia San Nicolás; el Instituto Línea Cuchilla, entre otras escuelas e iglesias.
Así, con el ingreso de más inmigrantes suizos que se asentaron donde hoy es el casco urbano de Ruiz de Montoya, el municipio en su totalidad continuó con un constante crecimiento
La primera capilla “Santa Cecilia”
Santa Cecilia es un ícono religioso local. Está ubicada a la vera de la ruta provincial 223, en la zona del Cuña Pirú, donde se encuentra el cerro navideño, en el cual cada 24 de diciembre se realiza el pesebre viviente hace mucho más de 40 años.
Próxima a cumplir 100 años, en 2022, cuentan los pobladores de la zona que fue la primer capilla en erigirse, tras el asentamiento de inmigrantes alemanes, brasileños y suizos. Su nombre fue “Santa Cecilia”.
Muchas familias llegaron a Cuña Pirú con la ilusión de que sería la ciudad central, pero la historia quiso que la realidad fuera otra. Aunque mantienen la satisfacción de ver en la actualidad una Ruiz de Montoya que florece y crece, merced a su gente.
Un Instituto pionero en la región
El Instituto Línea Cuchilla es todo un emblema en la localidad, ya que no solamente abarca su status educativo, sino también la parte de producción y venta de productos regionales, entre otros ítems que lo caracterizan y realzan desde la década del 60.
El 10 de abril de 1962 en la localidad de Ruiz de Montoya, abre sus puertas la Escuela de Perfeccionamiento Agrícola, hoy Instituto Línea Cuchilla, merced a la intervención del pastor de Berna, Jorge Bäschlin. Aún hoy es una de las principales escuelas agrícolas de esta parte del país. En complemento a los estudios, los alumnos tienen un emprendimiento de productos de regionales que se venden en la escuela y en varias tiendas locales.
Vale recordar, que en 1970 se amplió la oferta educativa a través de la creación de la Escuela Técnica con la edificación de talleres para dicha formación. Línea Cuchilla se caracteriza por poseer Residencias para varones y señoritas, con atención personalizada por parte de los Orientadores. El sistema de jornada completa propone una incesante actividad en las secciones didáctico-productivas técnicas y agrotécnicas, pedagógicas, viajes de estudio, jornadas técnicas, encuentros, cursos de perfeccionamiento, certámenes, pasantías, trabajos comunitarios, expresiones artísticas y deportivas.
Entre otras cosas, elaboran el único verdadero queso raclette producido en el país. Los suizos de paso nunca dejan de visitar el local de la escuela para comprar y dicen que se lo puede comparar con los que se fabrican en los Alpes. Se puede comprar una horma o una porción, así como dulces, mermeladas y conservas obtenidos directamente de la huerta. Son productos de calidad artesanal, como cabe esperar de este pequeño enclave a la suiza en las cuchillas misioneras.
Fuentes: Ruiz de Montoya en el recuerdo (Facebook); regionlitoral.net y puertoricoaldia.com.ar.