¿Cuánto poder de nuestra vida le damos al otro?, muchas veces esto ocurre de manera inconsciente al formar una pareja, suele suceder que nos dejamos de lado por complacer al otro y es ahí donde vamos perdiendo individualidad, donde lo que sentimos deja de importar, de ahí la frase “el amor el ciego” y muchas veces hasta sordo y mudo, en definitiva, nos olvidamos de quién somos, de qué nos hace felices y en vez de ser un torbellino de colores que deja un arcoíris a su paso nos volvemos seres grises, apagados, muertos en vida.
Como siempre vengo diciéndoles, los colores tienen su dualidad, su lado positivo y negativo y en este caso hay un color que incluso es el preferido por la mayoría de las personas a nivel mundial, según Eva Heller (autora de la Psicología del color), pero que en su lado oscuro y perverso tiene a la palabra: “Manipulación” y es el color AZUL. Este color, al trabajar con las palabras y al estar relacionado al centro energético de la garganta tiene el poder de la voz en su forma negativa.
Si logramos trabajar con este color el azul en su lado positivo podemos contrarrestar esto que dejamos que nos pase, para ello también necesitamos como aliado al Rojo, para enfrentar esta situación y poner límites, dejado de lado los miedos, la comodidad, nuestra zona de confort. Después de sentirnos valientes con el rojo y tomar impulso nos centramos en el Azul ¿cómo?, usando el poder de nuestra voz.
Hablando desde nuestro corazón, ponemos límites, decimos: “no”, decimos: “¡basta!”, podés vestirte de azul, realizar una pequeña meditación trabajando con ese color y envolverte en una hermosa luz azul que no sólo provenga de tu voz y sino también de tu corazón, la forma para medir que funcionó es la paz y tranquilidad, una vez que lo hagas.
Al elegir dejar que nos manipulen perdemos nuestra libertad y nuestro tiempo, algo sumamente valioso, que no tenemos forma de recuperar. Si tal vez nos quedemos sin esa persona que amamos, si tal vez no tengamos el mismo sueldo hasta podemos perder todo tipo de comodidad, pero esto es por el precio de ¡ser vos mismo!, de hacer lo que querés con tu vida y con tu tiempo. No te estás dando cuenta y estás siendo un títere de los deseos del otro.
Así que vas a ganar siempre, no es fácil, pero recuerda que al salir de tu zona de confort entrás a la zona de magia donde todo puede pasar.