Según diferentes informes, públicos y privados, que se publicaron esta semana, el precio de la carne al consumidor registró en julio pasado una leve baja, en medio de las restricciones dispuestas desde el pasado 20 de mayo por el Gobierno a las exportaciones.
El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) informó que los precios de los distintos cortes al consumidor en el mercado interno registraron el último mes una leva baja del 0,9% en relación al mes de junio, pero al realizar la comparación interanual los valores subieron un 84,4%.
A su vez, la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes señaló que el precio de la carne en los mostradores bajó en julio entre un 0,9% y 2%.
Este jueves, el INDEC publicó el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, en el que el rubro Alimentos registró una suba del 3,6% en comercios y supermercados de la ciudad de Buenos Aires (CABAGBA), y donde diferentes cortes vacunos se mostraron con leves bajas o estables: asado (-0,5%), paleta (- 0,5%), carne picada (0,5%), cuadril (- 0,9%) y nalga (-1,4%).
Plan ganadero
En las últimas semanas, durante una reunión con actores de la cadena de ganados y carnes, el Gobierno se comprometió a flexibilizar las exportaciones en el caso que los precios internos de la carne vacuna bajaran.
“Iremos liberando cupos de exportación en la medida en que veamos que sigue la estabilidad en el mercado interno”, dijo días atrás el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, en declaraciones radiales.
Justamente, Kulfas junto al titular de la cartera agropecuaria, Luis Basterra, promueven un Plan Ganadero para aumentar la producción de carne de 3 a 5 millones de toneladas anuales.
Sin embargo, desde el sector privado señalaron en varias oportunidades que “es complicado diseñar un plan con exportaciones restringidas”.
Medidas que no ayudaron
Hay que recordar que el Gobierno anunció el pasado 20 de mayo el cierre de las exportaciones de carne vacuna por 30 días, dejando afuera las cuotas como la Hilton y 481 de carne para Europa y un cupo de 20.000 toneladas a Estados Unidos.
Luego, el 23 de junio último, el Ejecutivo flexibilizó el cepo a un 50% de los embarques, medida ésta que regirá hasta el fin de este mes, aunque podría prorrogarse.
A la vez, se dispuso la prohibición hasta el 31 de diciembre próximo de la exportación de siete cortes: asado con o sin hueso, falda, matambre, tapa de asado, cuadrada, paleta y vacío.
20.000 toneladas extra
“La baja que se está viendo en el mostrador tiene muchos factores. Por un lado, las carnes sustitutas como el pollo y cerdo tienen valores en baja y funcionan como ancla en el precio de la carne vacuna, mientras que el cierre de las exportaciones hizo caer el precio de la hacienda fuertemente”, dijo Matías Lestani, director del departamento económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), en Infobae.
Por otro lado, Lestani resaltó que en el mercado interno también hay un volumen de 20.000 toneladas que antes se enviaban al exterior y que forman parte del acuerdo que hizo el Gobierno con la industria, lo que contuvo los precios.
De acuerdo con el economista, hoy hay una estabilización de la demanda y es por eso es que los precios quedaron sin mayores movimientos.
Para Lestani la baja del precio en pie de hacienda tarda un poco en verse en la calle, por ese motivo, se vio reflejado recién el mes pasado.
“No se va a ver una baja de precios grande, esto que se vio no es una baja es una estabilización”, aclaró. Según su perspectiva, el precio encontrará un “amesetamiento” si el cierre de las exportaciones persiste.
“Ahora se están vendiendo las hembras, a fin de año no van a estar y si el cepo sigue, la carne va a empezar a subir un poco por la demanda estacional”, agregó e ironizó: “En Argentina nunca bajan los precios”.
Demanda deprimida
En ese sentido, Miguel Schiariti, presidente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), sostuvo que el escenario que se vio el mes pasado probablemente no se repita, pero sí podría ocurrir lo mismo que en junio cuando el precio de la carne aumentó un 7,7%, pero “más leve” de lo que pasó en ese mes.
“Esta pequeña baja está desconectada del cierre de las exportaciones, que es una medida que no ha beneficiado a nadie. Es más, el efecto ha perjudicado a trabajadores de la industria exportadora y a los productores de cría, que vende las vacas de refugio, esos perdieron un 13%”, sostuvo.
Y siguió: “Prácticamente, la hacienda de consumo no tuvo variaciones en el precio”.
Añadió que la venta en góndola está muy deprimida: “El carnicero está vendiendo muy poco porque le aumentan los costos fijos, eso hizo que bajaran los cortes que no se venden en invierno. La baja que se vio fue entre un 0,5% y 0,9% en supermercados y carnicerías, dependiendo del lugar”, manifestó el presidente de CICCRA.
Fuente: Infobae.