Israel, Alemania, Francia, Hungría, Uruguay, Chile, República Dominicana y España, según fuentes gubernamentales citadas por medios locales, son algunos de los países que oficializaron sus planes de administrar una tercera dosis, pese a que no hay evidencia científica que lo justifique y cuando el acceso de vacunas en las naciones más pobres apenas llegará al 10% en 2021.
También Estados Unidos autorizó el viernes una tercera dosis de la vacuna contra el COVID-19 para las personas con sistemas inmunitarios debilitados, mientras el país lucha contra la propagación de la variante Delta.
Sin embargo, es una decisión que no encontró un apoyo certero en la comunidad científica o en la Organización Mundial de la Salud (OMS), al menos todavía.
Al respecto, Marcos López Hoyos, presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI) y exsecretario de la Sociedad Española de Trasplante (SET), publicó un artículo en la Agencia Sinc donde concluye que “todavía no hay datos publicados que respalden la necesidad de una tercera dosis para todos”.
Sin embargo, sí que apunta que algunos trabajos “sugieren que podrían beneficiar a personas con trasplantes”.
La razón principal que motiva la tercera dosis es que, en teoría, se pierden anticuerpos a lo largo del tiempo. Pero, López Hoyos apunta que “aún no se han publicado los datos en revista científica alguna”.
Lo que sí se sabe hasta la fecha, continúa el experto en la Agencia Sinc, es la duración de anticuerpos circulantes en sangre publicados de Pfizer/BioNTech -hasta 90 días-; de Moderna -algo más de 200 días-; y de Janssen -ocho meses duran los anticuerpos y las células T CD4 específicas frente a proteína S-.
“Curiosamente, se aduce la importancia sólo de los anticuerpos, pero no se muestran ni se comentan datos de la persistencia de las células B y T de memoria”, explica el experto.
“Esas son, precisamente, las poblaciones que, junto con las células plasmáticas de vida larga, se pretenden inducir con la vacunación para que nuestro sistema inmunitario responda de forma rápida y especializada en caso de un nuevo encuentro con el virus”, añade.
Evidencia científica
El presidente de la Sociedad Española de Inmunología apunta, no obstante, que sí que puede existir una situación en la que la tercera dosis está más justificada científicamente por el momento. Se trata de la población inmunocomprometida, como son las personas trasplantadas.
Los cierto, está demostrado que en trasplantados de órgano sólido la respuesta de anticuerpos con vacunas de ARN mensajero cae al 30-40%, mientras que en la población general es del 90%.
Una carencia que se podría revertir con el pinchazo de refuerzo, pues varios trabajos unicéntricos han demostrado que la tercera dosis es capaz de inducir producción de anticuerpos en el 30-50% de los pacientes seronegativos tras la segunda dosis.
Cómo será en la Argentina
El ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, afirmó que el nivel de vacunación con la primera dosis para prevenir el COVID-19 en esta provincia es similar al de Estados Unidos. Reconoció, en cambio, que el nivel de vacunación de la segunda dosis se equipara a Rusia.
“Nos preparamos para una tercera ola. Tratamos de retrasarla hasta que la población tenga segunda dosis”, afirmó el ministro de Salud. Pero negó que se vaya a dar un refuerzo.
“No tenemos información sanitaria que estimule tercera dosis. La OMS no lo estimula. En la provincia de Buenos Aires no estamos pensando que la tercera dosis sea una realidad a llevar adelante. Sólo se analizará en algunos grupos en particular”, dijo Kreplak y agregó: “Parece ser una campaña de venta de algunos laboratorios que ganan un 50%”.
Al respecto, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, se refirió esta semana a la posibilidad de que se aplique una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus en Argentina y vaticinó: “No va a ser antes de fin de año”.
En diálogo con Continental, la ministra aseguró que es un tema que se está estudiando, pero destacó que en primera instancia se encuentra la urgencia de completar los esquemas con dos dosis.
“Los refuerzos son algo que estuvieron presentes siempre. Lo estamos analizando para grupos específicos, como personal de salud y personas comprometidas, pero no va a hacer antes de fin de año. Tenemos que completar los esquemas”, dijo.
Además, Vizzotti destacó que en la actualidad el plan se centra también en retrasar el ingreso de la variante Delta, que cobra predominio en otros países.
Lujo europeo
Austria comenzará el 17 de octubre a administrar la tercera dosis de las vacunas contra el COVID para “refrescar y fortalecer la protección inmunológica de las personas que recibieron la segunda inyección nueve meses antes”, anunció este martes el ministro austríaco de Salud, Wolfgang Mückstein, en declaraciones a la radio pública ORF.
Austria avanzará en la medida a pesar de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) instó a los países ricos a mostrar solidaridad absteniéndose de inocular terceras dosis ante la escasez de vacunas en las naciones más pobres.
La Comisión Europea (CE) dijo que la decisión sobre si se administra o no una tercera dosis corresponde tomarla a los Estados miembros.
Austria se suma a los anuncios de Israel, Francia, Hungría, Uruguay, Chile, República Dominicana, Reino Unido y Alemania que ya anticiparon que administrarán en los próximos meses una tercera dosis entre sus poblaciones.
La OMS exigió un reparto más justo de las vacunas contra el COVID-19. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, advirtió hace una semana de que “no podemos y no debemos aceptar que países que ya se han servido de la mayoría de las vacunas utilicen aún más dosis, ya que los países más vulnerables siguen desprotegidos” alertó. “Los países más vulnerables siguen desprotegidos”, dijo.
Fuente: Medios Digitales