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La Escuela 352 se encuentra ubicada en Picada Victoria, en el kilómetro 981 de San Vicente, donde concurren más de 70 alumnos de un contexto rural y con poco acceso a la conectividad. Sucedió que antes del receso de invierno una tormenta destechó dos aulas y los baños, con lo cual debieron organizarse para asistir en grupos.
Ante los reclamos hechos tanto en el Consejo General de Educación como en el Ministerio, aún no aparecen las soluciones para la reparación de los techos ni tampoco avanzan las gestiones de la bomba que necesitan para asegurar la conexión al agua potable.
De momento, la comunidad debió organizarse para “parchar” las aulas y regresar a la escuela en la medida de lo posible. Sucede que, en una zona rural, las clases virtuales prácticamente no pueden sostenerse y necesitan volver a la presencialidad. Cabe recordar que en escuelas ubicadas en las colonias los alumnos necesitan un acompañamiento pedagógico mayor para incorporar los contenidos.
Aulas “parchadas”
En comunicación con PRIMERA EDICIÓN el director de la Escuela 352, Cristian Zamudio, explicó que hasta ahora “todo sigue igual, se pudo techar la parte de los baños y esta semana veremos de remendar para ocupar los dos grados, donde filtran agua. También sigo esperando la bomba de agua”. En cuanto a la organización con los grupos de alumnos, indicó que “la mitad asiste y los otros dos grupos espero que el miércoles ya puedan hacerlo”.
El director se trasladó ayer hasta Posadas para intentar tener respuestas de las notas presentadas previamente: “De parte del Ministerio lo que me dijeron fue que por ahora no es prioridad. En tanto que en IMAS, volví a entregar la nota por el tema de la bomba de agua para la escuela, así que tengo que volver a esperar y estamos en la misma”, añadió.
Zamudio aclaró que “de todos modos, expliqué en el Ministerio que pude subsanar mediante la donación de la Municipalidad para techar los baños. Ahora queda, junto con la ayuda de la Cooperadora y la comunidad, arreglar los dos grados. Lo que faltaría es toda la parte de la galería”.
En cuanto a cómo debieron organizarse para parchar ellos la escuela, señaló que “no queda otra más que arreglar, sino no se puede dar clases. Como docente, uno prioriza la educación y los chicos, eso implica muchas veces hacer cosas que a uno no le compete, en este caso ponerse a reparar una institución escolar, siendo esta pública”.
Respecto a la posibilidad de puedan avanzar obras en la Escuela 352, el director opinó que “a esta altura del año, va a ser difícil que se haga un arreglo en la escuela. Así que veremos la forma de dar las clases de la manera más cómoda posible”.
Durante esta semana y con la ayuda de la comunidad, “seguiremos paliando la situación con parches, como se hizo durante tantos años porque lo primero es la educación para los chicos”, agregó. Acerca de la provisión de agua potable, remarcó que “el tema de la bomba también es algo que escapa a mis manos, así que vamos a seguir acarreando agua y tratando de ocupar lo mínimo posible, limpiar lo máximo posible la escuela para asegurar la higiene”.
La educación como prioridad
Cristian Zamudio lamentó que “por lo visto a veces la prioridad no es la educación, al menos no en este pequeño rincón de la provincia, quizás en otros lugares sí. Es algo que cansa, pero creo que no hay que bajar los brazos a pesar de todas las peripecias que se pasa. Es una pena realmente y una desilusión, porque siempre escuchamos al ministro Sedoff y al gobernador de priorizar la educación, pero pareciera que es lo que menos sucede. Entiendo que este caso es un grano de arena, pero son muchos los chicos que dependen de este lugar”.