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Marina Da Silva (19) desapareció el jueves 19 de diciembre de 2013 y su cuerpo fue encontrado en un pozo con agua de diez metros de profundidad, el último día del mismo año en un predio de Campo Bauer, en Nemesio Parma. Dos años después la fiscal de Instrucción 7, Patricia Inés Clerici, requirió la elevación de la causa a debate oral y público. Expediente que cuenta con cuatro acusados: el concubino de la joven, Franco Ramos y un amigo de este, Alejandro “Pili” Da Silva. Además de Juan Ángel Portal, presunto amante de víctima fatal y Omar Rito Ramírez, dueño de una olería en la que trabajaban los involucrados. Todos fueron acusados por el delito de “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”.
La instrucción del expediente correspondió al juez Ricardo Walter Balor, quien dispuso la excarcelación de Da Silva, Ramírez y Portal porque los investigadores tuvieron acceso a una carta que el concubino de Marina envió a un amigo con detalles de lo que debía declarar en sede judicial. Franco Ramos se convirtió en el único detenido de la causa pero la fiscal pidió que todos vayan a juicio para que en esa instancia se establezca la responsabilidad de cada uno.
La autopsia determinó que Marina murió por la fractura de cráneo con un objeto romo y contundente.
Una versión indicó que la joven habría participado de una fiesta en el predio donde funcionaba la olería, propiedad de Ramírez y que el homicidio habría ocurrido en ese contexto.
En diciembre de 2014, los investigadores accedieron a una carta que Ramos habría escrito desde la cárcel a un amigo detallándole lo que debía decir en estrados judiciales para aliviar su situación procesal. Tras ser descubierto, el testigo aclaró la intención del acusado.
Por los plazos de prisión preventiva vencidos, también Ramos aguarda en libertad el juicio ante el Tribunal Penal 2 en agenda para este año.