Desde la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) “estamos preocupados por el subdiagnóstico de la hipertensión arterial”, alertó a FM 89.3 el médico cardiólogo y miembro de la SAC, Miguel Schiavone. Aseguró que hay un alto porcentaje de personas que tienen esta enfermedad sin saberlo, y otro alto nivel de pacientes diagnosticados que no siguen el tratamiento.
Enfermedad no controlada
La hipertensión arterial es “un aumento sostenido de la presión a lo largo del tiempo”, explicó Schiavone. Al respecto, remarcó que “si un día tuvo un nivel de presión elevado no significa que sea hipertenso. Para serlo, esto debe ser sostenido en el tiempo”.
Esta enfermedad, “genera cambios estructurales en el resto de los órganos como el corazón, el riñón y las arterias. Por eso, requiere de un tratamiento de por vida”, subrayó.
Según la SAC, 1 de cada 3 argentinos tiene hipertensión. Sin embargo, “vimos que hay un alto porcentaje de la población con subdiagnóstico, es decir, que son hipertensos pero no lo saben”, expuso. Por otra parte, quienes ya tienen diagnóstico de hipertensión, “no logran tener bien controlados sus niveles de presión ya sea por escaso tratamiento o falta de adherencia al mismo”.
Los pacientes “toman la medicación solo cuando tienen la presión alta, pero es un gran error. El hipertenso debe seguir el tratamiento farmacológico y el no farmacológico (dieta y actividad física) sin interrupciones”, dijo. En caso de que la presión del paciente se mantenga en niveles bajos, Schiavone aconsejó acudir al médico para ajustar la medicación.
¿Cuándo es presión elevada?
“Arriba de 140/90, se considera presión arterial elevada”, señaló el cardiólogo y recomendó controlarse “con un buen tensiómetro y una buena técnica. En base al valor arrojado se va a establecer un diagnóstico y posible enfermedad, por lo tanto es fundamental que seamos precisos al momento de utilizarlos”.
En este sentido, alertó contra los tensiómetros de muñeca ya que “aún no están validados” y, en cambio, recomendó los instrumentos de medición de brazo electrónicos por su simplicidad para registrar los valores. No obstante, remarcó que “deben estar validados”.
Controlarse a los tres años
Debido a que la hipertensión tiene un componente hereditario, Schiavone recomendó controlarse la presión a partir de los tres años, principalmente si hay antecedentes de hipertensión arterial. A medida que pasan los años, los controles son obligatorios ya que “la incidencia aumenta porque se van agregando más factores de riesgo como el sedentarismo, el tabaquismo, el sobre peso y consumo excesivo de sodio, entre otros”.
Por otra parte, recordó que tanto hombres como mujeres deben hacerse los controles. “Muchas veces se subvalora la enfermedad cardiovascular en la mujer porque tienen una serie de hormonas que las protegen. Pero hay que tener en cuenta que las hormonas no alcanzan”, sostuvo y enfatizó aún más los controles en mujeres menopáusicas ya que “las hormonas generan protección cuando están presentes y, cuando desaparecen, la incidencia a las enfermedades cardiovasculares se equipara a la del hombre”.
No todo está en los genes
A pesar de la influencia genética, “tiene mucho que ver con qué se hace con esos genes”, dijo Shiavone. “Una persona con padres hipertensos puede retrasar la aparición de la enfermedad si mantiene hábitos saludables”, agregó.
2016
fue cuando aumentó considerablemente la hipertensión arterial en el país, según los estudios epidemiológicos del último RENATA.
Presión nerviosa
La alta presión debido a estrés es frecuente y si los niveles son muy elevados se requiere de medicación. Además, “si esa exposición a determinados aumentos de la presión se hace regular, puede derivar a una hipertensión”.